lunes, 12 de agosto de 2013

Hipersensibilidad...



“Me gusta oír los ecos, los zumbidos, los murmullos de la selva. Me gusta sentir el empuje amoroso de las raíces a través de la tierra, el latido de mi corazón, la sangre que inunda mis pulmones, el aire puro que los orea en inspiraciones y espiraciones amplias. Me gusta olfatear las hojas verdes y las hojas secas, las rocas negruzcas de la playa y el heno que se apila en los pajares. Me gusta oír el escándalo de mi voz, forjando palabras que se pierden en los remolinos del viento…”
De “Canto a mí mismo”, Walt Whitman

La persona hipersensible es intuitiva, creativa, consciente, con una desarrollada sintonía emocional consigo mismo y con los demás. En el caso del poeta, la hipersensibilidad le permite captar matices y sutilezas que en general pasan inadvertidos. Y su especial capacidad de percibir la belleza es un verdadero don. Sin embargo, también representa un desafío, porque tiende a tener emociones muy intensas que le pueden generar reacciones desproporcionadas. Para los momentos en que la hipersensibilidad deja de otorgar beneficios, el Dr. Bach indicó las siguientes flores:


1.- Centaury
Pequeña planta anual, de tallo recto que alcanza entre 5 y 35 cm de altura. Crece en campos secos, al borde de los caminos o en lugares áridos. Pisarla es sumamente fácil, porque está escondida entre las matas, sometiéndose a ellas. Las pequeñas flores violeta-rosadas, en forma de estrellas, están insertadas en la punta de las ramas. Florecen entre junio y agosto y se abren cuando sale el sol y se cierran al atardecer. En palabras del Dr. Bach: “Gente amable, reservada y bondadosa que se desvive por servir a los demás. Exceden sus fuerzas en sus empeños. Su deseo de servir va tan por encima de ellos que llegan a convertirse más en sirvientes que en ayudantes dispuestos. Su naturaleza noble los lleva a hacer más de su propia parte del trabajo, y con esto pueden llegar a descuidar su propia y particular misión en la vida”. Para aquellos extremadamente sensibles a los requerimientos de los demás. Influenciables, carentes de voluntad, complacientes y dependientes de la aprobación de aquellos con caracteres más fuertes. Son incapaces de imponerse y satisfacen sumisamente las demandas de los otros. Son terreno fértil para los abusos, se someten a la desconsideración, confundiendo la entrega con el autosacrificio. Derrochan su vida cuidando sacrificadamente a algún miembro de la familia o sometiéndose al poder de un superior jerárquico. Son usuales en ellos frases como “sus deseos son órdenes para mí” o “no puedo decir que no”. En su aspecto positivo, Centaury siempre está dispuesto a ponerse a disposición del otro para ayudar, con una gran capacidad de servicio hacia las buenas causas, pero siendo capaz de discernir entre lo positivo y lo negativo y teniendo el carácter necesario para decir que no a esto último si lo considera destructivo.

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