domingo, 29 de octubre de 2017

"Francisco Varela: la Vida es tan Frágil y el Presente es tan Pleno"


Las siguientes citas las he extraído del documental "Montegrande", dedicado al fallecido biólogo y budista, Francisco Varela (haciendo una transcripción literal). 
Siempre con la esperanza de que haya un espacio común, no necesariamente de cuerpo presente, donde en estrecha cooperación y amorosos vínculos, podamos elevar el nivel de conciencia y crezcamos en nuestras emociones, pensamientos, sentimientos y conocimiento de nosotros mismos. 

"Resulta de gran interés no sólo el comportamiento cerebral sino el hecho de que uno pueda tomar conciencia de ello. Así, la cuestión no es sólo: Cómo trabaja el cerebro? sino además: Qué es la conciencia en todo esto? La conciencia no es la percepción; ni el movimiento; ni la memoria; ni es la emoción. En cierto modo, es todo esto en conjunto. En un momento de conciencia, todas estas cualidades cognitivas concurren en un presente unitario. Todos nacemos con capacidad para caminar y saltar. Pero al hombre no le es dado colocarse los esquíes en los pies y hacer un slalom a la primera. No obstante, es una habilidad humana que se puede cultivar entrenándose mucho durante años. De forma semejante, todos nacemos con capacidad para ser conscientes. Así, cuando alguien pregunta: Cómo te sientes? se puede responder: Pues mira, estoy triste, o algo así por el estilo. Pero este es un terreno muy resbaladizo. Dicho de otro modo, no es una cualidad que se tiene de nacimiento el ser auténticos maestros en describir, en explorar, en investigar qué sucede en la mente y cómo se comporta..."

"En nuestra relación hay lugar para todo mi ser, para cada parte de él. He tenido otras relaciones en las que ha habido espacio para casi todo mi yo, pero siempre algo de mí quedaba afuera. En la relación con ella todo mi ser está contenido..."

"Mi primer maestro me introdujo en la meditación, al plantearme precisamente la pregunta adecuada: en vez de tratar de encontrar el sentido a tu vida, por qué no intentas mejor suspender la pregunta? Deja primero que tu mente explore tu mente y aprende quien eres, explorando quien eres. Así que siéntate y contempla. 

Esto me pareció tan obvio. Pero esta idea fundamental de la meditación me apasionó. Los seres humanos no sabemos en qué consiste nuestra experiencia. Tienes que darte tiempo. Una vez que uno se pregunta a sí mismo, es más fácil entender las dificultades y las dudas de los demás, así, en la cuestión de como cultivar la tolerancia y el respeto por los que te rodean. Existe una ética, una verdadera ética en el estricto sentido de la palabra, de aquello que es lo esencial en la vida: progresar en esta dirección, en la exploración de uno mismo y en la tolerancia y el respeto por los otros..."

"El golpe de estado fue importante para mí. Tuvo realmente ese efecto: sacudirme fuera de cuanto tenía, de ese mundo tan racional en el que vivía. Hizo explotar esa pequeña burbuja y haciéndome ver lo ignorante que había sido, que no sabía casi nada respecto a la capacidad de ver las cosas, como son realmente, porque es asombroso hasta qué punto llegamos a estar ciegos. Hasta aquí mi vida había tenido una meta clara: consagrar mi vida a la ciencia en Chile. Y construir allí un mundo socialista, y eso era todo. Había estado estudiando durante toda mi juventud, y una vez obtenido el título de doctor, volví a Chile y empezamos a realizar unos trabajos fabulosos. Ya habíamos producido esta idea de la autopoiésis, y sentía que realmente estaba empezando una labor creativa. Cuando de pronto, zas! Me quedé sin orientación y justo con la pregunta: Cuál es el sentido de mi vida?..."

"La Metáfora es el cáncer. En el cáncer hay estas células que pronto, lo que hacen, es interrumpir bruscamente la comunicación con el organismo. De repente empiezan a hacer oídos sordos. Violan todas las leyes de una región consensuada establecida en el cuerpo. Y empiezan a hacer lo que les parece. Lo que sucede en el cáncer es lo mismo que hacemos en la Tierra: estirpamos precisamente el substrato que nos permite existir. Pero como somos sicóticos, no nos damos cuenta. La célula cancerosa es una célula sicótica. En el sentido de que es incapaz de establecer conversación..." 

Francisco Javier Varela García (Santiago, 7 de septiembre de 1946 - París, 28 de mayo de 2001) fue un biólogo chileno, investigador en el ámbito de las neurociencias y ciencias cognitivas. Junto con su profesor Humberto Maturana, es conocido por introducir el concepto de autopoiesis en la biología​ y por cofundar el Mind and Life Institute, institución encargada de promover el diálogo entre la ciencia y el budismo.
Nota: Estas transcripciones las hice el año 2013 y, al parecer, el vídeo ya no está disponible en Youtube, al menos, no completo. 


sábado, 28 de octubre de 2017

"Morning has Broken"


Morning has broken like the first Morning
Blackbird has spoken like the first bird
Praise for the singing
Praise for the Morning
Praise for them springing 
fresh from the World...


"Finlandia: Un Modelo Educativo Inteligente "


Los niños finlandeses inician la educación formal a los 7 años, 
tienen jornadas escolares más cortas, 
vacaciones más largas, 
muy pocas tareas y no hacen exámenes.
Y aunque su modelo ha demostrado ser un éxito, como lo prueba el estudio internacional PISA, el país no deja de innovar en su sistema educativo.
Hace un año, todos los centros de enseñanza del país nórdico introdujeron el método conocido como Phenomenon Learning, mediante el que las materias tradicionales son desplazadas por proyectos temáticos en los que los alumnos se apropian del proceso de aprendizaje.
Parte de las reformas vienen impuestas por la adaptación a la era digital, en la que los niños ya no dependen de los libros para aprender. Pero tampoco de las aulas, al menos no como las conocemos ahora.
Adiós a las Paredes

Las escuelas finlandesas están en medio de una gran reforma siguiendo los principios del open-plan o espacio abierto.
¿De qué se trata esto? Hay una palaba que lo podría resumir: flexibilidad.
Los tradicionales salones cerrados se transforman en espacios multimodales, que se enlazan unos con otros mediante paredes de cristal y divisiones movibles.
El mobiliario es ajustable e incluye sofás y pufs. Nada parecido a las escuelas de pupitres que la mayoría de nosotros conocemos.
"No hay una clara división o distinción entre los espacios de pasillo y las clases".
De este modo,  los profesores y los estudiantes pueden elegir el espacio más adecuado para llevar a cabo un trabajo o un proyecto en función de si es individual, en equipo o en grupos más grandes. No se trata de espacios totalmente abiertos, sino que el open-plan se basa en crear áreas de estudio flexibles y modificables.
Los niños tienen diferentes formas de aprender, por lo que los espacios versátiles hacen posible formar distintos equipos, basándose en la forma en que los niños aprenden, prefieren trabajar y pasan su tiempo de estudio.

Apertura física y mental

El concepto del open-plan debe ser entendido de forma amplia, no sólo arquitectónicamente, sino también pedagógicamente. No se trata tanto de un espacio abierto en sentido estricto, sino de algo como un "estado mental".
Tradicionalmente, los salones de clases fueron diseñados para satisfacer las necesidades de los profesores. La apertura apunta a que la escuela responda a las necesidades individuales de los alumnos, dejándoles tomar la responsabilidad de su aprendizaje e impulsándolos a aumentar su autorregulación.
Ese es precisamente uno de los objetivos del nuevo plan de estudios finlandés: aumentar la participación de los alumnos.
"Los propios alumnos establecen metas, resuelven problemas y completan su aprendizaje en base a objetivos".

Diferentes ambientes para la Enseñanza

La idea del diseño abierto no es totalmente nueva en Finlandia. Las primeras escuelas bajo el principio del plan o diseño abierto fueron desarrolladas en los años 60 y 70, y en esa época eran como grandes salones separados por paredes delgadas y cortinas.
Pero, en ese momento la cultura de la enseñanza y los métodos de trabajo no estaban diseñados para ese tipo de ambiente de aprendizaje y había también problemas con el ruido y la acústica, así que las clases cerradas regresaron en los 80 y 90.
Uno de los objetivos particulares de la reforma del plan de estudios fue desarrollar nuevos ambientes de aprendizaje y métodos de trabajo.
Esos espacios deben inspirar el aprendizaje, pero no tienen que limitarse a la escuela, ni siquiera a un lugar físico.
Deben usarse otros espacios, como salir a la naturaleza, visitar museos o empresas.
Los videojuegos y otros ambientes virtuales también se reconocen con frecuencia como ambientes para el aprendizaje.
"La tecnología juega un creciente y significante rol en las rutinas diarias de la escuela, permitiendo a los alumnos involucrarse más fácilmente en el desarrollo y selección de su propio ambiente".
Fuera zapatos

Resuelta la cuestión del modelo de trabajo, el diseño abierto aún se enfrentaba a una serie de limitaciones.
Cuando se renueva el modelo de operación de una escuela, hay principalmente dos retos a los que hacer frente: el ruido y la luz, y ambos deben tenerse en cuenta para crear un buen ambiente de aprendizaje.
¿Cómo se resolvió esta cuestión? "El uso de alfombras en el suelo en lugar de vinilo duro eliminó el ruido causado por el mobiliario y la gente caminando".
Y algo menos costoso, las escuelas se han convertido en espacios "sin zapatos": los alumnos se quitan los zapatos cuando entran o usan calzado suave solo para interior.
Pero las preocupaciones no acabaron ahí. La cuestión de la seguridad también fue un motivo de debate en el modelo de las escuelas abiertas.
En Finlandia han tenido casos en los que un intruso atacó una escuela y mató a estudiantes y profesores. En 2007, un estudiante de 18 años les disparó a sus compañeros y dejó ocho muertos en una escuela en Tuusula.
Así que se adoptaron varias medidas: cada escuela está obligada a hacer un plan de seguridad con base en el análisis de los riesgos, se llevan a cabo simulacros al inicio de cada curso y generalmente hay varias rutas de escape en cada espacio.
¿El hecho de que sean espacios abiertos convierte a las escuelas finlandesas en más vulnerables ante un ataque? "La conclusión es que esa transparencia y apertura ayuda a la seguridad y fácil orientación hacia rutas de escape, más que las clases cerradas y los pasillos".

Un modelo de éxito

En Finlandia hay 4.800 escuelas de enseñanza primaria, secundaria y superior. Anualmente se construyen o se reforman entre 40 y 50 establecimientos.
En la mayor parte de esas obras se está aplicando el concepto del diseño abierto.
"Los proveedores, las escuelas y sus usuarios pueden elegir libremente su propio concepto de ambiente de aprendizaje dependiendo de la visión local, el plan de estudio, cultura de trabajo y métodos".
"Aparentemente, la tendencia de la apertura en los ambientes educativos se está convirtiendo en la favorita".

Para leer el artículo completo: 
http://www.bbc.com/mundo/noticias-41232085

viernes, 27 de octubre de 2017

"Guía de Meditación para Principiantes"


“Para poder subir la cumbre, sólo debes ver donde dar tu primer paso”
Como en todo aprendizaje, comienza de lo fácil a lo difícil, de lo simple a lo complejo. 
Si de entrada practicas horas y horas con técnicas para meditadores avanzados, 
puedes sentir frustración.

Guía para comenzar a Meditar
  1. Empieza con algo simple: haz una cuenta regresiva.
  2. Si haces una cuenta regresiva del 100 al 1 y tu mente salta de una cosa a otra, haz una cuenta más corta. Visualiza un número cada dos segundos.
  3. No te impacientes si no puede mantener la cuenta, aún cuando sea corta, nadie aprende a caminar en un día, así también meditar lleva su tiempo de aprendizaje. Relájate, deja pasar los pensamientos que aparezcan tranquilamente.
  4. Acorta tus tiempos de meditación: si lo necesitas, comienza con cuentas del 10 al 1, concéntrate en visualizar bien claro los números (puedes poner un reloj para que te avise a los cinco minutos, ya que podrás hacer varias cuentas), imagínalos en colores, compuestos de ladrillos, madera, metal, de luces de neón, etc. Si los pierdes por pensamientos que cruzan no te molestes con ellos, déjalos pasar y vuelve a continuar donde te quedaste o empieza de nuevo. Es mejor menos tiempo con calidad, que mucho tiempo con mala calidad.
  5. Aumenta tus prácticas paulatinamente: una vez que domines la práctica con pocos números, auméntalos en cinco o diez números, pero no más. Trabaja con ellos cinco días, y si los visualizas correctamente sin pérdidas en tu concentración, vuelve a aumentar la cuenta. Hazlo hasta llegar a 100 (también puedes ir del 300 al 1; cada cuenta del 100 al 1 te lleva unos cinco minutos).
  6. Varía tus prácticas: luego de la cuenta regresiva visualiza un elemento (una fruta, un aparato, un cuadro, un lugar, un vehículo, un paisaje, una persona, un animal, un vegetal, etc.), practica con cosas que conozcas y a las cuales tengas acceso regularmente, así al volver a verlas puedes comprobar la calidad de los detalles que visualizaste, y repetir la experiencia si lo deseas.
  7. Utiliza todos tus sentidos: en tu imaginación recuerda la textura, los aromas, el sabor, y los sonidos de los elementos que visualices; si algo no produce sonido por sí mismo, imagina que lo golpeas y escúchalo, saboréalos, lánzalos, córtalos, aplástalos, etc.
  8. Imagina: la meditación mejora con la imaginación. Visualiza los elementos que hayas convocado anteriormente en el punto 5, pero cambia sus características, como su color, sus formas, su textura, su peso, su brillo, su aroma, etc. También puedes imaginar algo totalmente nuevo, como un paisaje de otro mundo, una nave que te lleva por el espacio, un jardín con flores que hablan, diviértete.
  9. Haz varias sesiones en el día: comienza con una práctica diaria en el horario que más te convenga, sin presiones. A medida que tu concentración mejore, agrega una práctica más, podrás encontrar tres momentos en el día para meditar (puedes agregar más, siempre que la calidad de tus meditaciones no disminuya).
  10. Disfruta de tus meditaciones.
  11. Recuerda: La práctica hace al Maestro.
Fuente: https://blog.metodosilvadevida.com/guia-de-meditacion-para-principiantes/

miércoles, 18 de octubre de 2017

"Estamos criando Niños muy Frágiles y Caprichosos, convencidos de que alguien tiene que garantizarles la Felicidad"


Para el filósofo Gregorio Luri, autor del libro «Mejor Educados», es mucho más sensato enseñar a nuestros hijos a superar las frustraciones inevitables que hacerles creer en la posibilidad de un mundo sin frustraciones. 

—A cualquier padre que se le pregunte responde que quiere un hijo feliz. Y es abrumadora la sobreoferta de obras de psicología y de noticias que indican el camino más corto para llegar a la felicidad.

—A esos padres les pediría que abrieran los ojos y que me dijeran qué ven. La vida es compleja, llena de incertidumbres, y con un sometimiento terrible al azar. Estoy empezando a pensar que hay un sector de educadores postmodernos que se han convertido en el aliado más fiel de la barbarie, que lo que hacen es ocultar la realidad y sustituirla por una ideología buenista, acaramelada, y de un mundo de «teletubbies». Personalmente, me resultan más atractivas la valentía y el coraje de afirmar la vida. Tenga usted un hijo feliz y tendrá un adulto esclavo, o de sus deseos irrealizados o de sus frustraciones, o de alguien que le va a mandar en el futuro. Personalmente, me resulta mucho más atractiva la valentía, el coraje de afirmar la vida. Algo que ha sido, por otra parte, la gran tradición occidental desde Homero hasta hace dos días: Querer a la vida a pesar de que esta es injusta, tacaña, austera. No querer a la vida porque encontramos la forma de diluirnos todos en un acaramelamiento que hasta me parece soez. Ahora la felicidad se entiende como un recorte de las aspiraciones.

—Tampoco queremos hijos infelices.

—En absoluto. Hay que tener claro que lo contrario de la felicidad no es la infelicidad, es la realidad. Hay que asumir la complejidad del mundo. Como seres humanos nuestro deber no es ser felices, es desarrollar nuestras capacidades más altas. Y la felicidad es una ideología que milita contra esto. ¿Por qué? Por la simpleza de nuestros teóricos, que nos llevan a una felicidad en cursivas. Procure que sus hijos no sean infelices, y después enséñeles la realidad, a sobrellevar sus frustraciones, a sobrellevar un no. Estamos creando niños muy frágiles y caprichosos, sin resistencia a la frustración, y además convencidos de que alguien tiene que garantizarles la felicidad. Y si alguien no se la garantiza, se encuentran ante una desgracia metafísica. Porque cuando nuestros hijos salgan al mercado, la sociedad no les va a medir por su grado de felicidad, sino por aquello que sepan hacer, que es exactamente lo que se le pide a las personas con las que nos relacionamos. Cuando vamos al dentista, no nos importa que sea feliz, sino que sea profesional en lo que hace. Si necesitamos un fontanero, querremos que sea eficiente, rápido, y a ser posible barato. Hombre, si es amable, mejor. Pero desde luego no vamos a valorar si es un fontanero feliz. Además, me parece muy sano que nuestras relaciones sociales, especialmente con los desconocidos, no estén mediadas más que por su profesionalidad, sin necesidad de estar pendientes de la emotividad.

—En su libro «Mejor educados» tiene un capítulo que reza: «Desconfíe del profesor que quiere hacer feliz a su hijo». ¿También de la escuela?

—De las que prometen «experiencias». Una escuela lo que tiene que ofrecer es la posibilidad de realizar trayectorias, no experiencias. Y en el caso concreto de los niños pobres, la posibilidad de cambiar de trayectoria, de liberarse, y de abrirse puertas. En educación o se puede ser «progre» con los pobres. Si vuestros hijos van a una de esas escuelas en las que Bucay es el intelectual de referencia, competir está prohibido, cuando juegan, todos ganan y nadie pierde, y se considera más importante educar emocionalmente que enseñar álgebra, entonces, manteneos vigilantes. El mundo, sea lo que sea, no es un fruto de nuestro deseo. Y está muy bien que no sea así, porque si no cada uno tendríamos el nuestro. Y la realidad es aquello que un escritor catalán decía: «Ante la realidad, siempre se está en primera fila». Esto hay que saberlo. Y de todas formas, te llevas unos cuantos sopapos en la vida. Lo cierto es que hay que estar listo para eso. Pero... ¿para qué estamos preparando nosotros a nuestros hijos? Para ser felices, mientras las madres «tigre» chinas, por ejemplo, entrenan a sus hijos para que sean capaces de ir a cualquier universidad del mundo. Nos puede parecer que son demasiado estrictas, pero la realidad de los resultados de sus hijos nos obliga a no hacer demasiadas bromas con ellas, porque existe la posibilidad de que en el futuro sean los jefes de los nuestros. ¿Conclusión? Queramos hijos felices, que tendremos que ir con nuestro currículum de la felicidad a buscar trabajo en empresas chinas.

—En este sentido, usted aboga por las escuelas tradicionales, frente a otras modernidades pedagógicas. ¿Por qué?

—Mire, hay escuelas, tanto públicas como privadas, que ponen gran entusiasmo en dejar bien claro que no son tradicionales. Viven en la fantasía de que una escuela no puede ser buena si no ha roto con la tradición pedagógica. Quieren ser exclusivamente escuelas del siglo XXI. No es raro que se definan a sí mismas con fórmulas retóricas muy sofisticadas detrás de las cuales no hay ningún contenido claro. Pienso en la psicología positiva, la educación emocional, las inteligencias múltiples... etcétera. Frente a esto, están las escuelas tradicionales, llenas de imperfecciones sí, pero que acumulan una larga experiencia de ensayos y de errores que deberíamos tener en cuenta antes de jugarnos la educación de nuestros hijos a la única carta de nuestra ingenuidad. Es más, con frecuencia la pedagogía beata añade a su propuesta de hacer felices a los niños algo que parece más serio: «hacerlos mejores personas». ¿Pero se puede puede ser mejor persona sin conocimientos, sin capacidad para mantener la atención, sin competencias, sin hábitos? Piense usted en su propio mundo antes de responder a esta pregunta: ¿Se puede ser creativo sin tener conocimientos? ¿Y la memoria, es un estorbo para tener conocimientos?

—También asegura usted en su obra que la escuela perfecta no existe.

—Esto hay que tenerlo claro cuando se busca un centro educativo para los hijos. Cada escuela tiene sus puntos débiles. Y esto causa una cierta frustración a muchas familias, pero así son las cosas: no existen ni la familia ni la escuela perfecta. Lo que hay que pensar es en el clima intelectual de la familia y en los hábitos de trabajo que reinan en ella. Esos serán mejores indicadores del éxito o el fracaso escolar del niño que la escuela misma. Y, desde luego, el trabajo diario de los niños nos predice con más fiabilidad su futuro éxito que la cantidad que paguemos de cuota escolar.

—Los padres de ahora, ¿son demasiado flexibles con sus hijos?

—No, lo que están es perplejos. Y existen elementos objetivos para su perplejidad. En contra de lo que se dice de que los padres han dimitido, pienso que están más preocupados que nunca, quizá demasiado. En este sentido, soy partidario de reformular los derechos de los niños. El primero de todos sería que los hijos tienen derecho a tener unos padres tranquilos, que no estén continuamente preocupados, pendientes de qué tienen que hacer en el momento en que se encuentran sus hijos. Segundo, que tienen derecho a tener unos padres imperfectos. Porque así tienen relación con seres humanos. Voy a decir algo que me parece esencial: ser adulto, o hacerse adulto, es aprender a querer a los que te rodean a pesar de que estén llenos de faltas. La clave de todo esto de la felicidad es una ideología muy extraña que considera que la vida es un conjunto de problemas, cuya respuesta nos la puede dar no sé qué sabiduría, y en el momento en que tengamos respuesta a esa sabiduría seremos felices. Eso es un cuento chino...

Fuente: http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20150112/abci-educacion-felicidad-gregorioluri-201412231135.html

sábado, 14 de octubre de 2017

"Siddhartha: la Búsqueda Esencial de un Espíritu insatisfecho"

Siddhartha
(Extracto Capítulo I)

Siddharta, el agraciado hijo del brahmán, el joven halcón, creció junto a su amigo Govinda al lado de la sombra de la casa, con el sol de la orilla del río, junto a las barcas, en lo umbrío del bosque de sauces y de higueras. EI sol bronceaba sus hombros brillantes al borde del río, en el baño, en las abluciones sagradas, en los sacrificios religiosos. La sombra se adentraba por sus negros ojos en el boscaje de mangos, en los juegos de los niños, en el canto de su madre, en los sacrificios religiosos, en las enseñanzas de su padre y sus maestros, en la conversación de los sabios. Ya hacía mucho tiempo que Siddharta participaba en las conferencias de los sabios. Con Govinda se entrenaba en las lides de la palabra, en el arte de la contemplación, de saber ensimismarse. Ya podía pronunciar quedamente el Om la palabra por excelencia. Había conseguido decirlo en silencio, aspirando hacia adentro; aprendió a enunciarlo calladamente, aspirando hacia afuera, concentrando su alma y con la frente envuelta en el brillo de la inteligencia. Ya sabía entender el interior de su atman indestructible en el mundo material.
La alegría invadía el corazón de su padre al ver al hijo inteligente, con deseos de saber; observaba cómo crecía en Siddharta un gran sabio y sacerdote, un príncipe entre los brahmanes.
Una deliciosa sensación llenaba el pecho de su madre cuando le veía andar, sentarse y levantarse. Siddharta el fuerte, el hermoso, el que caminaba sobre piernas delgadas, el que saludaba con perfectos modales.
EI corazón de las hijas de los brahmanes rebosaba amor cuando Siddharta paseaba por las callejuelas de la ciudad con la frente iluminada, con mirada real, con caderas estrechas.
Pero Govinda era el que más amaba a Siddharta, su amigo, el hijo del brahmán. Sentía afecto por la mirada de Siddharta y por su cálida voz; gustaba de su manera de andar y de sus armoniosos movimientos; apreciaba todo lo que Siddharta hacía y decía. Pero lo que veneraba más era su inteligencia, sus altos pensamientos ardientes, su férrea voluntad y su vocación sublime. Govinda lo presentía: Este no será un brahmán corriente, ni un oscuro funcionario de los sacrificios, ni un ávido comerciante de fórmulas mágicas, ni tampoco un orador vano y vacío, o un sacerdote malicioso. Sin embargo, tampoco será una mansa y estúpida oveja entre la masa del rebaño. No, y tampoco él, Govinda, quería ser así, un brahmán como hay diez mil. Quería seguir a Siddharta, el amado, el maravilloso. Y si Siddharta un día se convertía en dios, si un día entraba en el imperio de la luz, Govinda le seguiría entonces, como su amigo, su acompañante, su criado, su escudero, su sombra.
Todos querían así a Siddharta. A todos daba alegría y gozo.
No obstante, el propio Siddharta no sentía alegría ni gozo de sí mismo. Su corazón no compartía ese júbilo general cuando andaba por los caminos rosados del jardín de higueras, o se hallaba sentado a la sombra azul del bosque de la contemplación, cuando lavaba sus miembros en el diario baño propiciatorio, o hacía sacrificios entre las profundas sombras del bosque de mangos. Incesantemente se le aparecían sueños y pensamientos en que veía la corriente del río, el brillo de las estrellas nocturnas, el resplandor del sol. El ánimo se le intranquilizaba con pesadillas salidas del humo de los sacrificios, de los versos del Rig Veda, de las doctrinas de los viejos brahmanes.
Siddharta había empezado a alimentar el descontento en su interior. Comenzó por comprender que el amor de su padre, el cariño de su madre, y también el afecto de su amigo, Govinda, no le harían feliz para toda la vida. No le satisfacía ni le bastaba. Había empezado a presentir que su venerable padre y los otros profesores, junto con los sabios brahmanes, ya le habían comunicado la parte más importante de su sabiduría. Adivinaba que ya habían henchido hasta la plétora el recipiente, y, sin embargo, el recipiente no se encontraba lleno. El espíritu no se hallaba satisfecho, el alma no estaba tranquila, el corazón no se sentía saciado. Las abluciones eran buenas, pero eran agua; no lavaban el pecado, no curaban la sed del espíritu, no tranquilizaban el temor del corazón. Los sacrificios y la invocación de los dioses eran excelentes ... Pero, ¿lo eran todo? ¿Daban los sacrificios la felicidad? ¿Y qué sucedía con los dioses? ¿Realmente era Prajapati el creador del mundo? ¿No era el atman, lo único, lo indivisible? ¿Acaso los dioses no eran unos seres creados como yo y como tú, súbditos del tiempo, pasajeros? ¿Tenía sentido, entonces, ofrecer sacrificios a los dioses? ¿A quién más se debían ofrecer sacrificios y mostrar devoción, que no fuera al único, al atman? ¿Y dónde se podía encontrar el atman? ¿Dónde vivía, dónde latía su corazón eterno? ¿Dónde sino en el propio yo, en nuestro interior, en lo indestructible que cada uno lleva dentro de sí? ¿Pero dónde se hallaba este yo, este interior, este último? No es carne ni es hueso, no es pensamiento ni conciencia: así lo enseñan los grandes sabios. Entonces, ¿dónde? ¿Dónde se encontraba? ¿Existía otro camino para llegar al yo, al atman, un camino que valía la pena buscar?
¡Pero nadie enseñaba ese camino! ¡Nadie lo conocía! ¡Ni el padre, ni los profesores y sabios, ni los sagrados ritos de los sacrificios! Todo lo sabían los brahmanes y sus libros religiosos. Lo conocían todo. Se habían preocupado de todo; lo referente a la creación del mundo, al origen de la oración, de los elementos, de la aspiración, de la espiración, a las órdenes de los sentidos, a los hechos de los dioses. Sabían infinidad de cosas. Pero, ¿tenía algún valor saber todo eso, si se desconocía al Uno, al Único, al más Importante, al únicamente Importante?
Ciertamente, muchos versos de los libros sagrados, sobre todo los Upanishandas de Samaveda, hablaban de este interior y último. Maravillosos versos. Tu alma es el mundo entero, se leía allí.
Y escrito está que el hombre, mientras duerme, durante el sueño profundo, entra en su propio interior y vive en el atman. ¡Qué maravillosa sabiduría entrañaban esos versos! Todo el conocimiento de los grandes sabios se había reunido en estas palabras mágicas, puras como la miel de las abejas. No, no se debían menospreciar los enormes conocimientos que aquí se guardaban, reunidos por innumerables generaciones de sabios y penitentes, que habían logrado no sólo conocer este profundo saber, sino también vivirlo. ¿Dónde se encontraba el experto que era capaz de retener el atman desde el sueño hasta el despertar, durante la vida, con cada paso, palabra o hecho?
Siddharta conocía a muchos brahmanes venerables, sobre todo a su padre, el puro, el sabio, el más reverenciado. Su padre era digno de admiración; su comportamiento resultaba sosegado y noble, su vida era pura, su palabra sabia, los pensamientos de su frente delicados y aristocráticos. Pero él, que sabía tanto, ¿vivía en la bienaventuranza, tenía la paz? ¿Acaso no era también uno de los que buscan siempre, sedientos? ¿No necesitaba beber continuamente en las fuentes sagradas, en los sacrificios, en los libros, en los diálogos con los brahmanes? ¿Por qué él, que era irreprochable, tenía que lavar diariamente sus pecados, esforzarse cada día en la purificación, repetirla cotidianamente? ¿No estaba el atman en él, no fluía la primera fuente de su propio corazón? ¡Esa primera fuente debía, tenía que encontrarse en el propio yo! ¡Era necesario poseerla! Todo lo restante era una simple búsqueda, un rodeo, un desvarío...

Acerca del Libro
Siddhartha es una novela alegórica escrita por Hermann Hesse en 1922. El éxito del libro sucedió una veintena de años después de su publicación, tras el Premio Nobel conferido a Hesse en 1946.  Se publicó por primera vez luego de que Hesse viviera algún tiempo en la India en la década de 1910. Fue editada en Estados Unidos en 1951 y alcanzó gran notoriedad durante la década de 1960.

Para leer el libro completo sigue el enlace: 

viernes, 13 de octubre de 2017

"Hanami 花見: Tiempo para Disfrutar la Belleza de las Flores"

Hanami, de "Hana" (Flor) "Miru" (Mirar) 

Tradición japonesa de observar la Belleza de las Flores, aunque, por lo general, se asocia esta palabra al período en que florecen los Cerezos y en el que los japoneses acuden en masa a parques y jardines a contemplar sus flores (Sakura). 
Desde finales de marzo a principios de mayo, los Cerezos florecen por todo Japón, de sur a norte, acorde a los distintos climas existentes en las diversas regiones. 
Los primeros Cerezos del año florecen en las islas de Okinawa a principios de marzo (la región más meridional) y los últimos en la isla de Hokkaidō aproximadamente la última semana de abril (la región más septentrional).

El pronóstico de florecimiento (sakurazensen (桜前線?)) es anunciado cada año por la oficina de meteorología para que las personas estén preparadas.
En esta celebración, la gente se dirige a los parques a contemplar los Cerezos en Flor, y habitualmente realizando un picnic, con la familia o con la empresa (es habitual ver a empleados de empresas guardando los mejores sitios debajo de los cerezos con días de antelación). 
El Hanami continua en la noche y es llamado Yozakura (夜桜 Cerezos de noche).

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Hanami

jueves, 12 de octubre de 2017

"Patience. Guns N' Roses"

Impatiens
"Es la esencia floral para aquellos que son rápidos de pensamiento y acción y que desean que todas las cosas se hagan sin vacilación ni demora. Cuando se enferman están ansiosos por recuperarse rápidamente. Les resulta muy difícil ser pacientes con las personas que son lentas, ya que lo consideran erróneo y una pérdida de tiempo, y pondrán todo su empeño en lograr que esa gente sea más rápida en todos los sentidos. A menudo prefieren trabajar y pensar solos, para que puedan hacer todo a su propio ritmo..."
Dr. Bach

miércoles, 11 de octubre de 2017

"Cherry Plum, la esencia floral que sirve para hacer Contigo lo que la Primavera hace con los Cerezos..."



"Cherry Plum: Es la esencia para tratar el miedo a que la mente esté sobre-tensionada, miedo a perder la razón, de hacer cosas terribles y temibles, no deseadas y a sabiendas de que son malas, sin embargo, llega el pensamiento y el impulso de hacerlas..." 

Dr. Bach

martes, 10 de octubre de 2017

"La Responsabilidad de los Padres en el desarrollo de la Comprensión Emocional de los Niños"


Alba, de 3 años, está jugando en el parque mientras sus padres están sentados en un banco observándola. Desde lejos, Alba ve que sus padres se ríen mucho y acude corriendo alegre. Cuando se acerca, ve que de los ojos de sus padres brotan unas lágrimas.
Alba no entiende qué pasa, ¿por qué están llorando? ¿No se están riendo también? Alba es demasiado pequeña para entender que a veces, ante un mismo evento, se puede responder con emociones que parecen contradictorias. A Alba aún le queda mucho por comprender sobre las emociones.
La Comprensión Emocional es la capacidad que tenemos las personas para reconocer las expresiones emocionales específicas en los demás y entender qué situaciones pueden dar lugar a ellas. Se trata de un componente de la comprensión social que hace referencia a la capacidad de comprender y predecir los sentimientos, creencias y deseos propios y de otras personas.
Dentro de la comprensión emocional podemos encontrar distintos componentes que la conforman. No venimos a este mundo entendiendo la complejidad afectiva de golpe sino que, según vamos creciendo, vamos incorporando nuevos conocimientos sobre cómo funcionan las emociones.
Así, en el ejemplo anterior, Alba es capaz de reconocer que la risa es una manifestación externa de la felicidad, pero no es capaz de comprender que pueda ir acompañada de lágrimas.

Componentes de la Comprensión Emocional

En 2004, Francisco Pons y sus compañeros de las universidades de Harvard y Oxford identificaron, a través de sus investigaciones, hasta nueve componentes diferentes en la comprensión emocional:
  1. Reconocimiento: Los niños y niñas comienzan a ser capaces de reconocer y nombrar las emociones en función de sus indicadores expresivos. Es decir, reconocen que alguien está triste si le ven llorar, o que está contento cuando muestra una gran sonrisa. Es el primer componente en alcanzarse en el desarrollo evolutivo.
  2. Causalidad externa: Comprenden que las emociones pueden estar causadas por factores externos. Por ejemplo, entienden que su hermanito puede haberse puesto triste porque ha perdido un juguete.
  3. Deseo: Los niños y niñas comienzan a entender que las reacciones emocionales que tenemos ante distintos hechos están influidos por los deseos. Ante una misma situación, dos personas pueden tener sentimientos distintos según qué desearan.
  4. Creencias: Al igual que los deseos, las creencias que tienen las personas pueden afectar a la reacción afectiva que manifiestan, independientemente de que dichas creencias sean falsas o verdaderas. Por ejemplo, si yo creo que hoy va a pasar algo bueno y no ocurre, me pondré triste, cosa que no pasará si no creyera que fuera a ocurrir.
  5. Memoria: Los menores comprenden que existe una relación entre las emociones y la memoria, de forma que la intensidad con la que se vive una emoción puede disminuir con el paso del tiempo, aunque algunos elementos pueden servir como recordatorios que reactivan las emociones pasadas. Si Lucía tenía un perro que se les escapó, Lucía entenderá que la tristeza que sintió el primer día es más fuerte que la que sentirá en un mes. Pero Lucía también entiende que si se pone a ver fotos de su perro, su tristeza aumentará aunque haya pasado mucho tiempo.
  6. Control: Los niños y niñas empiezan a usar diferentes estrategias para regular sus emociones. Los más pequeños usan principalmente estrategias conductuales; es decir, si Pablo está muy enfadado y quiere dejar de estarlo, puede que se ponga a correr como forma de liberar esa emoción. Sin embargo, los niños mayores (aproximadamente a partir de 8 años) hacen más uso de estrategias cognitivas y reconocen que son más eficaces. Por ello, ante el mismo sentimiento de enfado, en vez de correr, lo que hará Pablo será pensar qué ha pasado, intentar quitarle importancia y darse cuenta de que no era tan grave y que la situación puede arreglarse fácilmente.
  7. Ocultación: Los niños y niñas comienzan a entender que la emoción que se manifiesta no siempre tiene que ser coherente con la que se siente. De este modo, comprenden que los sentimientos reales de una persona pueden estar ocultos y puede que mi mamá se sienta triste aunque en este momento esté sonriéndome.
  8. Mixto o compuesto: Se refiere a la capacidad de comprender que las respuestas emocionales son múltiples y contradictorias. Ante una misma situación, una persona puede tener varios sentimientos a la vez, como llorar mientras ríe (un componente que Alba, la niña del primer ejemplo, aún no había alcanzado).
  9. Moral: Los niños y niñas empiezan a relacionar los sentimientos positivos y negativos con acciones morales reprobables o encomiables. Así, empiezan a entender que si han hecho algo malo deben sentirse tristes, y si lo que han hecho es moralmente positivo, pueden sentirse orgullosos.
El mismo equipo que realizó esta clasificación de los componentes emocionales realizó un análisis posterior englobando los nueve componentes en tres periodos del desarrollo:
El primer periodo, alrededor de los 5 años, está caracterizado por la comprensión de los aspectos públicos de las emociones: su expresión externa, su causa y el uso de hechos u objetos como recordatorios de emociones pasadas.
El segundo periodo, alrededor de los 7 años, se caracteriza por la comprensión del aspecto cognitivo de las mismas: su conexión con los deseos, las creencias y la discrepancia entre la expresión y el sentimiento.
El tercer periodo, alrededor de los 9 años, estaría caracterizado por la comprensión de cómo un individuo puede responder desde distintas perspectivas a una situación determinada, mostrando sentimientos contradictorios, culpabilidad moral y haciendo un uso de estrategias de control cognitivo.

El papel de las interacciones y la crianza

Pese a existir unas normas en el calendario evolutivo de la comprensión emocional, lo cierto es que dicho desarrollo depende en gran medida de las interacciones sociales que tengan los niños y niñas. Los menores no se limitan a integrar en su aprendizaje conocimientos sociales disponibles, sino que los desarrollan y construyen a través de las situaciones cotidianas y constantes que experimentan en su entorno.
La idea principal que se deriva de esta afirmación es que las prácticas de crianza parentales son el elemento central en el desarrollo de la comprensión emocional y social. Es decir, que según nos críen nuestros padres, así se desarrollará nuestra comprensión de las emociones.
De este descubrimiento han derivado recientes estudios que han tratado de ver cómo difiere el desarrollo de dicha comprensión entre las personas que han crecido en contextos favorables de aquellas que lo han hecho en contextos adversos como son los niños y niñas que en sus familias han sufrido negligencia y maltrato o han pasado por centros de protección de menores.
Fruto de investigaciones sobre este área se ha descubierto que los menores maltratados pueden captar las emociones y otros estados mentales asociados a encuentros interpersonales de diferente manera que los niños y niñas que no han vivido esa situación, debido a que están acostumbrados a una inconsistencia, inestabilidad y falta de predictibilidad que no se vive en contextos de desarrollo favorables.
Por ejemplo, la investigación desarrollada por Pollak, Cicchetti, Hornung y Reed (2000) demostró que los padres maltratadores muestran menos emociones positivas y más emociones negativas, tienden a aislarse a sí mismos y a sus familias del resto de la sociedad, limitando la exposición de sus hijos e hijas a un menor número de modelos de comunicación social.
Los padres negligentes son menos expresivos hacia sus hijos (ni positiva ni negativamente), ofreciendo pocas posibilidades de intercambiar información afectiva.
A día de hoy existe un debate no resuelto sobre si los niños que han vivido situaciones de maltrato y negligencia desarrollan un patrón de competencia emocional menor o diferente a aquellos que no han vivido esa situación. Así, algunos investigadores sostienen que los chicos y chicas maltratados tendrían peores puntuaciones en la comprensión de cualquier emoción, mientras que otros defienden que estos chicos y chicas tienen un resultado mejor que el resto de la población en la comprensión y reconocimiento de emociones como la tristeza o el enfado.
Estos últimos autores defienden que los niños que crecen en situaciones adversas han desarrollado una mayor capacidad para reconocer señales emocionales negativas que suelen ir asociadas a situaciones de un daño inminente. De forma que la identificación temprana de estas emociones sería adaptativo para ellos porque les podría evitar alguna situación de maltrato o abuso.
Como vemos, el desarrollo emocional es un elemento muy importante del que dependen comportamientos e interpretaciones sociales que hagamos tanto de pequeños como de mayores. La forma en que tenemos de ver el mundo, de interpretarlo y sentirnos seguros o no en él está muy relacionada con cómo nos han criado nuestros padres y qué situaciones emocionales hemos vivido en nuestra infancia.

Fuente: http://psicopedia.net/1499/emociones-infantiles/

¿Qué Hacer con nuestra Emociones"


Experimentar envidia, rabia, tristeza o ira es tan natural como respirar. Existen determinadas emociones que son inherentes a la condición humana, aunque en algunas ocasiones nos avergüence experimentarlas. Rechazar o no saber expresarlas puede llevarnos a situaciones de ansiedad muy elevada.
Querer controlar lo que sentimos en todo momento es una batalla perdida de antemano, por mucho que nos empeñemos. Aunque bien es cierto que hay que tener cuidado con aquello que hacemos y decimos cuando estamos bajo los efectos de una emoción porque eso si es nuestra responsabilidad.
Así, barajar la posibilidad de que no todo va a suceder como esperamos, es una buena idea para no frustrarnos y dejarnos invadir por el malestar, en lugar de enfadarnos o deprimirnos por lo que escapa a nuestro control. De esta última forma, sólo perdemos energía y tiempo. Como vemos, la buena noticia es que aunque no podamos controlar las emociones que sentimos, sí podemos controlar qué hacer con ellas. 
Profundicemos.
“Como seres humanos, todos queremos ser felices 
y estar libres de la desgracia, 
todos hemos aprendido que la llave de la felicidad 
es la paz interna. 
Los mayores obstáculos para la paz interna 
son las emociones perturbadoras 
como el odio, apego, miedo y suspicacia, 
mientras que el amor y la compasión 
son las fuentes de la paz y la felicidad”.
-Dalai Lama-

Las Emociones tienen una función adaptativa

Las emociones guardan un profundo mensaje: indicarnos que algo está ocurriendo en nuestra vida y que en algunos casos tenemos que solucionar. Por ejemplo, la ansiedad nos avisa que un peligro está cerca; y la tristeza, que se ha producido una pérdida que tenemos que asimilar. 
La cuestión es aprender a descifrarlas para conocernos y actuar en consecuencia.
Toda emoción es útil, por ello no tendríamos que luchar en contra de ellas, ya que es preciso y necesario que las sintamos, comprendamos y escuchemos. Solo así, seremos capaces de generar las estrategias adecuadas para afrontar con éxito los problemas y dificultades que vayan surgiendo.
Como vemos, no debemos asustarnos cuando experimentemos emociones negativas como la tristeza, frustración o envidia, ya que si sabemos enfocarlas nos ayudarán a manejar el problema presente en nuestra vida y en definitiva, a mejorar. Ahora bien, si la intensidad de estas emociones negativas cada vez es mayor y llegamos al punto de no saber gestionarlas, lo adecuado sería acudir a un profesional que pueda ayudarnos para evitar dañar nuestras relaciones y a nosotros mismos.
Por otro lado, no podemos olvidarnos de las emociones positivas, siendo la más potente de ellas la alegría. Este tipo de emociones son adaptativas, siempre y cuando se expresen en términos equilibrados. Su mensaje es informarnos de que nos encontramos en un momento que nos beneficia y produce bienestar.

“La persona inteligente emocionalmente 
tiene habilidades en cuatro áreas: 
identificar, usar, entender y regular emociones”.
-John Mayer-

¿Cómo podemos autorregularnos emocionalmente?

No hay una receta mágica con la cual saber cómo debemos experimentar nuestras emociones. Lo que sí está claro es que renegar de ellas o intentar controlarlas nos lleva a estados emocionales alterados que no nos hacen bien. Nuestro afán de ser personas perfectas nos aleja de ser personas reales. No somos robots, ni superhumanos, somos personas y las personas sentimos todo tipo de emociones.

“Cuando digo controlar las emociones, 
quiero decir las realmente estresantes e incapacitantes. 
Ser emocionales es lo que hace a nuestra vida rica”.
-Daniel Goleman-

Como hemos visto, cuando nuestras emociones se vuelven demasiado intensas o duraderas es porque algo está fallando en nuestro modo de experimentarlas. Quizás sea porque estemos tratando de controlar lo incontrolable y probablemente estemos diciéndonos que las cosas tendrían que ser de otra manera. Pero las cosas no van a ser como nosotros queremos, ni las personas van a comportarse siempre de acuerdo a nuestros valores y principios.
Lo único que está bajo nuestro control es la forma de gestionar aquello que sentimos y para ello, lo primero que tenemos que hacer es identificarlo. Luego, reflexionar sobre cómo dirigirlo de la forma más sana para nuestro crecimiento personal, es decir, practicar la responsabilidad emocional.
Así, dependiendo de la situación, experimentaremos una u otra emoción. Ahora bien, elegir qué hacer con ellas es nuestra responsabilidad y el puente hacia nuestro bienestar emocional. Porque no se trata tanto de elegir qué sentimos sino cómo gestionarlo.

Autora: Fátima Servián Franco. Psicóloga General Sanitaria. Profesora colaboradora en la Universidad Internacional de Valencia y directora del centro de Psicología, Renacer.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/no-podremos-elegir-nuestras-emociones-pero-si-que-hacer-con-ellas

sábado, 7 de octubre de 2017

"Campos de Fresa. The Beatles"


Let me take you down, 
'cause I'm going to Strawberry Fields.
Nothing is real 
and nothing to get hung about.
Strawberry Fields forever...

jueves, 5 de octubre de 2017

"La Medicación de las Emociones y la Correcta Salud Mental"


Entrevista al psicólogo Francisco J. Martínez acerca de la manera en que se gestionan las emociones desde la salud y el modo en el que las relaciones personales y los fenómenos sociales afectan a nuestra mente.

1. ¿Tu concepción de lo que es la salud mental ha cambiado desde que ejerces como psicólogo, o es más o menos la misma que la que tenías durante tus años de carrera universitaria?

La carrera de psicología tal y como la recuerdo ponía gran énfasis en entender la salud mental de las personas a través de diagnósticos claros, fiables y determinantes que obviaban las motivaciones por las que va la persona al psicólogo. Nos empapábamos de manuales preocupados por diseccionar los síntomas y encontrar diagnósticos acertados con los que podamos trabajar mediante técnicas adecuadas para tal o cual trastorno. Todo esto sirve. Claro. Pero obviaba que la persona que se acerca al psicólogo intranquila por su salud mental, suele indicarte que no controla sus emociones. Se encuentra triste, iracundo, alterado, desmoralizado... Sufre mentalmente.
Me gusta explicar a los pacientes que una correcta salud mental es aquella que permite la expresión de todas y cada una de nuestras emociones. Si imaginamos que nuestra salud mental es una radio antigua con dos botones, la emoción sería aquello que viene a ser cada uno de los canales. Si el botón se rompe, no se podrán sintonizar todos los canales, prevaleciendo una emoción sobre otra.
El volumen sería nuestro segundo botón. Sería la intensidad de la emoción. El ajustar el volumen siguiendo nuestro propio dictamen es lo que nos ayudará a poder escuchar nuestros programas favoritos al volumen deseado. Ir a terapia en muchos casos sirve para descubrir que hay canales que no sintonizamos o que quizá estamos escuchando la radio demasiado alta o demasiado baja.

2. ¿De qué modo crees que la manera en la que las personas se relacionan entre ellas tiene un impacto en su salud mental?

Algo que está bastante mitificado es la razón por la que las personas acuden a consulta. Algunos piensan que se acercan en la búsqueda del conocimiento de uno mismo, de las razones por las cuales sufren mentalmente. Claro que esto es importante, pero en un primer momento lo que suelen solicitar es que los ayuden a integrarse socialmente.
La manera en la que se relacionan con los otros les llena de insatisfacción. Desean no ser vistos ni percibidos como “extraños”. El punto de partida es que lo mental es esencialmente relacional y que una mente no se puede construir aislada de otras mentes. Desde que nacemos es lo cercano, el entorno del niño es lo que lo provee para que disponga de una mente capacitada para afrontar los obstáculos y las experiencias positivas que nos depara la vida.

3. En investigación es muy frecuente creer que los procesos psicológicos pueden llegar a ser entendidos si se estudian partes pequeñas del encéfalo por separado, más que estudiando la interacción entre elementos o los fenómenos sociales. ¿Crees que la vertiente de la psicología fundamentada en las ciencias sociales tiene que aprender más de la psicobiología y las neurociencias que al revés?
Estudiar los trastornos mentales desde lo cerebral, lo tangible, desde la psicobiología, la neurociencia, puede estar muy bien. Pero dejar de lado lo mental, la influencia de la sociedad, es desesperanzador. Explicado en más detalle. Si lo que buscamos es la comprensión de la depresión, la ansiedad, el pánico, la esquizofrenia, en definitiva todo lo que podamos entender como sufrimiento mental, diseccionando hacia lo “micro” (la genética, los neurotransmisores) omitiremos aquello que nos hace particularmente humanos.
Para poder comprender el sufrimiento mental, debemos conocer que es lo que ocurre durante nuestro aprendizaje, cuales son nuestros afectos, nuestras relaciones, nuestros sistemas familiares, nuestras pérdidas… Todo esto es imposible de alcanzar si queremos reducirlo a la interacción entre neurotransmisores y al estudio de la genética. Si lo entendemos desde esta óptica, estaremos muy perdidos. Caemos así en una visión extremadamente reduccionista del ser humano.

4. En un mundo cada vez más globalizado, algunas personas emigran por la posibilidad de hacerlo y otras por obligación. En tu experiencia, ¿de qué modo afecta a la salud mental la experiencia migratoria en condiciones de precariedad?

Quien emigra lo hace con expectativas de crecimiento (económico, educacional…). En gran parte, la emigración viene precedida de estados de precariedad. Durante años he podido acompañar a personas que emigraban con altas expectativas de mejora. Muchas de ellas habían depositado años de vida y todos sus ahorros para poder romper con la pobreza y ayudar a sus familiares.
Gran parte del trabajo que deben realizar los psicólogos y trabajadores sociales se destina hacia la reducción de las altas esperanzas depositadas previamente. Muchas teorías psicológicas relacionan los niveles de depresión o ansiedad con las discrepancias entre las expectativas idealizadas y los logros reales. Llegar al destino elegido y seguir viviendo en un estado precario en ocasiones aún peor del de partida es claramente un mal indicador para el alcance de una correcta salud mental.

5. ¿Crees que el modo en el que las personas migradas en afrontan el sufrimiento de manera distinta según el tipo de cultura del que proceden, o ves más similitudes que diferencias en ese aspecto?

Diría que hay más similitudes que diferencias a la hora de afrontar el sufrimiento. Ya desde la mitología se nos presenta la migración como un proceso doloroso e incluso inacabado. La religión con Adán y Eva o la mitología con “la torre de Babel”, nos explican la pérdida que supone la búsqueda de la “zona prohibida” o el deseo del conocimiento del “otro mundo”. Tanto uno como otra búsqueda o deseo finalizan con desdichados desenlaces.
En primer lugar, considero “universales” los sentimientos que comparten los que emigran. Viven una separación más que una pérdida. Nostalgia, soledad, duda, miseria sexual y afectiva diseñan un continuo de emociones y de experiencias dominados por la ambivalencia. En segundo lugar se trata de un duelo recurrente. No se pueden evitar los pensamientos sobre el regreso. 
Las nuevas tecnologías permiten que el inmigrante esté en contacto mucho más fácilmente que antes con el país de origen. De esta forma, el duelo migratorio se repite, se convierte en un duelo recurrente, porque existe excesivo contacto con el país de origen. Si no todas las experiencias migratorias son iguales, podemos aceptar que en la gran mayoría se dan todos estos presupuestos.

6. Cada vez más se está produciendo un aumento en el consumo de psicofármacos en todo el mundo. Ante esto, hay quienes dicen que esta medicalización es excesiva y hay motivaciones políticas detrás, mientras que otros creen que la psiquiatría está injustamente estigmatizada o bien mantienen posturas intermedias entre estas dos posiciones. ¿Qué opinas sobre el tema?

La psiquiatría y la farmacología son de gran ayuda en muchísimos casos. En los trastornos mentales graves principalmente. El problema con el que nos encontramos actualmente es que hemos comenzado a medicalizar las emociones. La tristeza por ejemplo se suele mitigar a través de psicofármacos.
Se ha patologizado la “tristeza normal”. Pensemos en la pérdida de un ser querido, la pérdida del trabajo, pareja o cualquier frustración del día a día. Que la psiquiatría y la farmacología se hagan cargo de esta “tristeza normal” tratándola como un desorden mental hace que el mensaje que llegue sea algo como “la tristeza es incómoda, y como tal, debemos dejar de vivenciarla”. Aquí la industria farmacológica es donde actúa de manera perversa. Gran parte de su motivación parece ser la obtención de cuantiosos beneficios a través de la medicalización de la sociedad. Por suerte disponemos de grandes profesionales de la psiquiatría que son reacios a la sobremedicación.

Autor: Francisco J. Martínez, Licenciado en Psicología, Máster en Psicopatología Clínica, Máster en Mediación Comunitaria y Máster en Intervención Psicosocial.
Actualmente compagina la psicoterapia de adultos en su consulta privada con la docencia en el Máster de Practica Clínica Online de la Asociación Española de Psicología Clínica Cognitiva-Conductual (AEPCCC). También es autor de artículos sobre psicología en revistas como Smoda "El País", Blastingnews y Psicología y Mente.

Fuente: https://psicologiaymente.net/entrevistas/francisco-martinez-medicalizar-emociones