viernes, 11 de noviembre de 2011

Flores y Emociones

La terapia complementaria de salud, conocida como “Flores de Bach”, es un sistema configurado por 38 esencias de flores (excepto “Rock Water” que es agua pura de manantial) desarrollado por el médico galés Edward Bach en la década de los 30.
Él descubrió que determinadas flores silvestres están asociadas a una emoción específica, de modo que poseen la vibración (frecuencia electromagnética) de dicha emoción en equilibrio. De este modo, “Mimulus”, por ejemplo, armoniza al que teme “prestándole”, en cada toma, la emoción del coraje, hasta desplazar completamente los miedos.


Edward Bach, el descubridor


El Dr. Edward Bach (1886-1936) fue un médico galés, bacteriólogo, patólogo y cirujano, que llegó a gozar de gran prestigio por su excelente desempeño profesional. Sin embargo, su necesidad de dar alivio integral al que sufre, lo llevó a buscar más allá de los límites de la medicina tradicional. A partir de observaciones clínicas, empezó a vislumbrar la relación entre las características de personalidad de una persona y su predisposición a padecer determinadas enfermedades. 
Se adentró en el campo de la homeopatía, estudiando además medicina ayurvédica y antroposofía.
Después de mucho investigar, llegó a la conclusión de que la enfermedad no es sólo el resultado de trastornos físicos, sino que, principalmente, de desequilibrios emocionales que producen un bloqueo en la energía vital.


Las Esencias Florales


Para su preparación, en el caso de la mayoría de las flores, se usa el método de infusión solar (para el resto, el de ebullición), que consiste en elegir las flores que se encuentran en su momento más alto de floración, cortarlas delicadamente y ponerlas sobre un recipiente de vidrio con agua pura de manantial, cubriendo la superficie. Entonces, bajo los rayos del sol (ingrediente imprescindible) se va produciendo la alquimia que transforma estos componentes en algo nuevo: un poderoso sanador emocional.

El sistema consta, como ya mencionamos, de 38 esencias que el Dr. Bach clasificó en 7 grupos temáticos. Además de “Rescue Remedy”, que es una mezcla de 5 de estas flores y cuya combinación es ideal para atender situaciones de emergencia, como traumas, accidentes, pérdidas.
Y también eventos que provocan estrés, como por ejemplo: exámenes, visitas al dentista, operaciones, entrevistas laborales, etc.

Es importante destacar que este sistema de sanación es completamente natural, sin aditivos químicos. Y por lo tanto, no tiene contraindicaciones.
Las esencias florales del Dr. Bach pueden ser tomadas, sin ningún tipo de riesgo, por embarazadas, niños (incluso recién nacidos) y ancianos. Y en general, se pueden aplicar a todo ser viviente.
Es así como se ven excelentes resultados en un vegetal que ha sido trasplantado del macetero y comienza a marchitarse. O en un perro que se ha puesto celoso con la llegada de un cachorro al territorio que antes era sólo suyo.
La Terapia Floral busca dar alivio al consultante buceando en sus emociones para encontrar el origen de los dolores del cuerpo.

El Dr. Bach, llegó a la conclusión de que la enfermedad es el resultado de un desencuentro entre el alma y la personalidad, entre el mundo interno y el mundo externo. Así se refirió al alma, que según su filosofía, es donde radica el verdadero yo:

“Si únicamente fuésemos nuestro cuerpo, nuestra vida no consistiría en otra cosa más que en satisfacer nuestros propios intereses y en aspirar a nuestro propio beneficio. Únicamente estaríamos preocupados por nuestro propio bienestar y por la satisfacción de nuestras necesidades. Todo esto no es el caso. Cada sonrisa amistosa, cada pensamiento bien intencionado y cada actitud positiva, cada hecho que se deriva del amor o compasión con los otros, demuestra que en nosotros existe algo más grande que no podemos 
captar con la vista. Llevamos dentro una llama de divinidad, y en nosotros vive un principio vivo e inmortal…”

Las flores no sólo alivian el sufrimiento, sino que desarrollan una nueva perspectiva de la vida, poniendo en contacto a la persona con su ser interior y ayudándolo a encontrar en sí mismo las respuestas para continuar por el camino con valor, confianza, alegría, serenidad, fortaleza, optimismo, equilibrio…como una primavera del alma.




Publicado originalmente en
 Revista Equilibrio
AÑO 1 - Nº5 - Noviembre 2011

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