miércoles, 15 de noviembre de 2017

"Amigos del Alma"


En el mundo de los vínculos, ahí donde hacemos comunión, las relaciones de amistad han de ser las más poéticas, alegres, mágicas y entrañables.
Todos hemos tenido al menos un amigo (eso espero), por lo tanto, hacer una definición de amistad está un poco de más. Pero tengo una fijación con la etimología y me gusta buscar el origen de los conceptos guardado en sus letras. Revisar la etimología me ayuda a comprender más la "energía" sagrada de la palabra.
Buscando, encontré lo siguiente:
Una etimología poética dice que viene de animi (alma) y custos (custodia), o sea el "guarda-alma". Otra, dice que la palabra "amigo" proviene del griego "a"=sin y "ego"=yo. Entonces quiere decir "sin mi yo". 

En el trayecto de la vida, bastante largo las más de las veces,  los padres parten antes que nosotros; los hijos emigran; cambiamos de compañeros de estudio, de trabajo, de vecinos, de ciudad; de piel, incluso. Pero los AMIGOS DEL ALMA, permanecen. 
En la amistad hay una especie de manantial, donde, por una parte, no deja de brotar cristalina una energía amorosa que nos da una de las pocas certezas de esta vida: esa persona nos quiere, le importamos, nos lleva en un pequeño, pero fundamental bolsillo de su corazón. Es algo que está integrado, no hay que pensar en ello, está ahí, siempre. Y nosotros lo sabemos y lo sentimos. 
Por otro lado, en ese manantial vamos a lavar nuestra heridas. Cuántas veces has caído en la "oscura noche del alma" y el encuentro fortuito (o la intuición del amigo) te han puesto a esa persona especial en tu camino para decir "está todo bien, ya estoy aquí"?. 
En esa vulnerabilidad plena no hay pudor de mostrarse despojado de ego, no al menos, frente al amigo.
Pero el amigo también es fiesta, es alegría y risas, es la celebración del encuentro, es el misterio de la comunión. Es confianza, afinidad y tiempo de recreo. 
Cuando vas por la vida decepcionado de todo y aparece el amigo queriendo arreglar tu mundo, muta la amargura en dulzura. Si la soledad te llena la cabeza de pensamientos catastróficos, una broma del amigo hace explotar la oscura nube.
De todas las plantas del huerto de nuestras emociones, la que menos agua y fertilizantes necesita, es la amistad. Porque crece independiente de nuestros cuidados. 
El amigo del alma perdona nuestros pecados, intuye nuestras virtudes, valora lo que somos tal como lo somos, recorre grandes distancias sólo para...estar contigo. 
Por arte de magia, sin discursos ni concursos, purifica tus emociones y porque te ama, te sana. 


1 comentario:

  1. Qué bello tratado sobre la amistad. Tan corto y simple. Aclarador. Excelente sintesis. Gracias querida amiga Sandra.

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