miércoles, 1 de noviembre de 2017

Problemas de sueño en los adolescentes

La mayoría de los adolescentes no duermen lo suficiente. Si crees que tu hijo podría tener un déficit de sueño, llévalo al médico. Cada afección relacionada con el sueño se trata de una forma diferente, pero hay ocasiones en que cambios en el estilo de vida pueden ayudar a resolverlas.
Las horas acumuladas que los adolescentes se pasan sin dormir lo suficiente pueden generar un déficit de sueño. Los adolescentes con déficit de sueño no logran concentrarse, estudiar ni trabajar de forma eficaz.
Las investigaciones indican que los adolescentes necesitan dormir aproximadamente 9 horas cada noche. Los estudios también indican que muchos adolescentes tienen problemas para conciliar el sueño temprano. Esto no se debe a que no se quieran dormir, sino a que sus cerebros funcionan con horarios más tardíos y todavía no están preparados para acostarse.
Durante la adolescencia, el ritmo circadiano del cuerpo (una especie de reloj biológico interno) se reajusta e indica al adolescente que se duerma más tarde por la noche y que se despierte más tarde por la mañana. Este cambio en el ritmo circadiano parece obedecer a que los adolescentes fabrican la hormona cerebral melatonina más tarde que los adultos y los niños.
A veces, este retraso en el ciclo de sueño y vigilia afecta al funcionamiento cotidiano de la persona, lo que se llama “síndrome de fase del sueño retrasada” o “síndrome del noctámbulo”. Si un adolescente con déficit de sueño se lleva el móvil a la cama para conectarse hasta las tantas de la noche, su exposición a la luz también puede alterar su ritmo circadiano, resultándole todavía más difícil conciliar el sueño.
La falta de sueño durante la adolescencia se puede deber a alguna de las siguientes afecciones: insomnio (puntual o crónico), trastorno del movimiento periódico de las extremidades, síndrome de las piernas inquietas, apnea obstructiva del sueño, reflujo gastroesofágico, narcolepsia y sonambulismo.

Cómo puedes ayudar a tu hijo:
Si tu hijo en edad adolescente parece estar durmiendo lo suficiente por la noche pero se sigue sintiendo cansado durante el día, es una buena idea que visite al médico. El cansancio excesivo se puede deber a muchos tipos distintos de problemas de salud, no solo a dificultades relacionadas con el sueño.
Si sospechas que tu hijo podría tener un problema relacionado con el sueño, tu médico o pediatra evaluará su estado de salud general y sus hábitos de sueño. Además de hacerle una exploración física, el médico evaluará sus antecedentes médicos preguntándole sobre sus síntomas, su salud en el pasado, la salud de su familia y cualquier medicamento que esté tomando. El médico también puede solicitar algunas pruebas para determinar si alguna afección (como la apnea obstructiva del sueño) podría estar interfiriendo en el sueño de tu hijo.
Distintos problemas del sueño se tratan de formas diferentes. Algunos trastornos se pueden tratar con medicamentos, mientras que otros se tratan con técnicas especiales, como la luminoterapia (donde el paciente se sienta frente a una caja de luz durante determinado período de tiempo todos los días), o con otras prácticas que pueden ayudar a corregir el reloj interno de la persona.
Los médicos también instan a los adolescentes que padecen problemas relacionados con el sueño a hacer cambios en su estilo de vida (como apagar el móvil, el smartphone o el ordenador antes de cierta hora, reducir el consumo de cafeína y evitar los videojuegos o las películas violentas por la noche), para favorecer unos buenos hábitos de sueño.

Fuente:  FAROS. SJD Hospital Sant Joan de Déu. Barcelona

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