sábado, 11 de noviembre de 2017

"La Fórmula Mágica y el 11/11"


Haciendo un antojadizo resumen de la etimología de las palabras "fórmula" y "magia",  podría decir que una fórmula mágica es una receta que otorga poder para conseguir un objetivo más allá de las leyes (de los hombres, de la ciencia, de la religión, de la naturaleza...).
Como Terapeuta puedo dar fe de que muchos de mis consultantes han llegado a sentir que la mezcla de esencias florales con las que he tratado sus desequilibrios emocionales ha sido una Fórmula Mágica que ha logrado mutar su cielo gris en un día soleado, brillante y colorido. Sin embargo, la magia no está en las esencias que he agregado al frasco, sino en el compromiso cotidiano de tomarlas

¿Existen las Fórmulas Mágicas?
Hace algunos años, por una razón que aún no comprendo, comencé a ver el 11/11 en todos lados. Como si mi vista sólo se fijara en esta numeración, aunque existieran alrededor otros números. Y no sólo esto, también cada vez que quería saber la hora, no podía creer que siempre eran las 11:11, como si un punzón me clavara e hiciera imperativo mi deseo de saber qué hora era. 
Luego me pasó con las patentes de los vehículos, con las direcciones, con los andenes en los terminales de buses, con la numeración de las boletas, con los códigos de transacciones, con los números de rifa, con los horarios de las citas médicas, con fechas relevantes.
Al tiempo vi que no era la única. Es más, aparecieron teorías esotéricas al respecto que proliferaron en Internet donde se daba testimonio de lo mismo, o similar, a lo que yo estaba pasando. 
Creo que finalmente se hizo tan común que nadie volvió a hablar de esto, a no ser en fechas cercanas al 11 de noviembre. 
En mi propia vida sucedió un hecho que cambió mi rumbo un día como hoy. Tal vez por lo mismo me quedé "pegada" en el 11/11. Y de algún modo este "código" se volvió mi fórmula mágica: "algo me pone" un conjunto de onces frente a la vista y yo asumo que ese día será un buen día. O la situación complicada que estoy viviendo se resolverá del modo más favorable. O que aquel dolor de espalda que me tiene invalidada por fin se calmará. O que el alejamiento inexplicable de esa persona especial se terminará y volveremos a querernos ("deja que pase un momento y volveremos a querernos"). 
No me pregunto si esto es una niñería o es realmente algo sobrenatural que está ocurriendo, sólo me fijo en el resultado de mi pequeño juego. A nadie le hace daño CREER que esto funciona así. Mi fórmula mágica, es, por tanto, mi Fe. Como balsámica es la Fe de los religiosos, como lo es la de los científicos (cuyas verdades absolutas duran hasta que aparece una nueva verdad absoluta).
La importancia de este día es que yo Creo. Como lo musicalizó alguna vez Fito Paéz "Yo Creo y con eso basta!...".
Las creencias negativas son otro cuento y hoy, que es 11/11, "no quiero nada que me haga mal".
Hoy es un día feliz. Hoy funciona mi Fórmula Mágica.
¿Y tú, tienes tu propio 11/11?



No hay comentarios.:

Publicar un comentario