sábado, 22 de julio de 2017

"Memoria de Trabajo: Cómo potenciarla para ayudar a los niños a mantener información requerida en los aprendizajes escolares "


La memoria de trabajo es un conjunto de procesos que nos habilitan a mantener datos hasta que necesitamos utilizarlos. 
No es de utilidad en todas las operaciones cognitivas, sino que se activa cuando se necesita mantener y procesar información nueva y novedosa.
Esta memoria es la que ayuda a los niños a mantener información durante el tiempo suficiente como para usarla en los aprendizajes escolares. A su vez, desempeña un papel importante en la concentración y en el seguimiento de las instrucciones de las actividades.
Reportes de investigaciones internacionales describen que el 10% de los niños tienen una mala memoria de trabajo y que esto afecta su capacidad de aprendizaje (Gathercole, Alloway, Kirkwood, Elliott, Holmes, Hilton, 2008).
No obstante, los maestros pueden identificar algunos comportamientos típicos de alguien con bajos recursos de la memoria de trabajo (Alloway et al., 2008):
  • Abandona las actividades antes de completarlas
  • Parece como si estuviera soñando despierto
  • No logra completar las tareas
  • Pone una mano para responder preguntas, pero se olvida de lo que quería decir
  • Mezcla el material de manera inapropiada (por ejemplo, la combinación de dos frases)
  • Se olvida de cómo continuar una actividad que ha iniciado, a pesar de que el profesor ha explicado los pasos
La memoria de trabajo como sistema no es necesaria en todas las operaciones cognitivas. Muchas de ellas se realizan diariamente y se llevan a cabo de una manera bastante automática, ya que a medida que una tarea se domina necesita menos atención y permite la ejecución de otras actividades compatibles. La memoria de trabajo se activa cuando se necesita mantener y procesar la información nueva y novedosa.
Analicemos en qué actividades básicas necesitaríamos que nuestra memoria de trabajo intervenga:
Atención

La parte del cerebro responsable de la memoria de trabajo también lo es de mantener el enfoque y la concentración. Las habilidades de la memoria de trabajo ayudan a los niños a prestar atención en lo que necesitan recordar, distribuyendo la atención que se asigna a cada una de las tareas a realizar (relevancia de la tarea, las demandas que se imponen al sistema y el grado de pericia del sujeto). También vigilan la atención de la consigna y su ajuste a las demandas del contexto.
A medida que una labor se domina, necesita menor atención y permite la ejecución de otras compatibles. Los niños con bajas habilidades de memoria de trabajo presentan problemas para mantenerse en la tarea y para llegar al resultado final.

Recordar instrucciones 

Para realizar una actividad, los niños dependen tanto de la información entrante como de la almacenada en la memoria de trabajo. Las bajas habilidades de memoria de trabajo dificultan hacer uso simultáneo de ambas. Esto puede obstaculizar el seguimiento de las instrucciones que posean varios pasos, ya que tienen problemas para tener en cuenta lo que viene a continuación mientras están haciendo el actual.

Acceso a la información

La información que ingresa a la memoria de trabajo puede ser auditiva y visual-espacial. La primera es la basada en datos de tipo lingüístico, especialmente lenguaje hablado. Por su parte, la visoespacial crea, mantiene y manipula las imágenes visuales.
La memoria de trabajo las integra para ser almacenadas y luego recuperadas cuando la actividad lo requiera de la memoria de largo plazo.
En la medida en que preparemos mejor la información para su memorización y almacenamiento, la recuperaremos con mayor eficacia.
El aprendizaje requiere de cierta repetición apropiada que permita la automatización y consolidación de hábitos adecuados. Cuando la información es significativa se facilita el proceso y aquí los docentes pueden tener un papel fundamental.

El desarrollo de las estrategias de memoria 
es un proceso que comienza en el niño 
desde sus primeros años, 
flexibilizándose y ampliándose progresivamente 
a medida que adquiere 
más conocimientos y experiencias.
Las actividades que el niño debe afrontar dentro de la escolarización, donde se ponen en juego constantemente la resolución de tareas y los problemas cognitivos, son un factor clave para el desarrollo de la conducta estratégica del niño, permitiéndole una progresiva adquisición y extensión de la misma.

Algunas de las recomendaciones para ayudar a nuestra memoria de trabajo a cumplir sus funciones:
  • Agrupar elementos simples para formar conjuntos de información asociada de alguna manera. Por ejemplo, cuando retenemos un número de teléfono con muchos dígitos nos lo aprendemos por grupos de números (155 -342- 765); también podemos agrupar nombres por categorías (animales de la granja, de la selva, domésticos etc.).
  • Para recordar muchas palabras, se suelen tomar las letras con las que comienzan y agruparlas formando palabras.
  • Al leer o escuchar información extensa ir haciéndolo de párrafos cortos, parar y recuperarla, tratando de recordarla y comprendiéndola.
  • Una forma de disminuir las interferencias es ordenar y organizar la información para facilitar su atención y retención.

Autoras: Dra. Magdalena López/Dra. Fabiola Iglesia
Doctoras en Psicología. Máster en Neuropsicología. Investigadoras del Centro de Investigación Interdisciplinar en Valores, Integración y Desarrollo Social, Universidad Católica Argentina -Facultad Teresa de Ávila-
Fuente: Asociación Educar para el Desarrollo Humano

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