martes, 13 de diciembre de 2016

Esencias Florales:¿ vibración o química?


Aún hoy, en plena era de la física cuántica, los terapeutas florales estamos influidos de forma mayúscula por los conceptos de la “vieja” física newtoniana, e incluso por la química. Sin darnos cuenta en nuestra práctica terapéutica diaria aplicamos, según mi parecer, razonamientos erróneos desde el punto de vista vibracional. Veamos algunos ejemplos de ellos:
1.- Frascos topacio, azules, o....
Nunca entendí del todo porqué los frascos cuentagotas en los que preparamos las fórmulas florales eran de color marrón (topacio les llaman). Al preguntar, un viejo concepto de la química acudía al rescate para aportar una respuesta. Debíamos proteger a toda costa el preparado floral de la luz, porque la luz podría oxidar o descomponer la mezcla.
Claro, eso era cierto para determinadas sustancias fotosensibles, pero ¿lo sería para el agua, para el brandy o para las flores?
¿Qué puede pasar a un preparado floral atravesado por la luz? No lo sabemos a ciencia cierta pero tratamos nuestros frascos de esencias como si fueran compuestos químicos, cuando todos sabemos que se trata de productos energéticos, informativos. No olvidemos además que buena parte de las esencias florales se 
preparan gracias a la luz solar. Si es así, ¿por qué siempre usamos frascos topacio? ¿Qué puede pasar al usar este tipo de frascos?
La luz atravesará el frasco y se verá forzada a variar su vibración, pasando de la vibración del blanco al marrón, con una frecuencia menor. Esta frecuencia de la luz se almacenará en el agua, que como sabemos es una gran receptora de información. Esta frecuencia disminuirá la frecuencia de la vibración del preparado floral. El color marrón está vinculado a la Tierra, a lo denso. Debemos preguntarnos si esta frecuencia es la adecuada para mantener una máxima vibración y calidad en nuestras esencias florales.
Recordemos que los stocks suelen estar almacenados en lugares oscuros, pero los preparados florales, en cambio, suelen dejarse en lugares visibles para no olvidarse de las tomas, estando muchas horas al día expuestos a la luz.
Veamos ahora el frasco azul, muy en boga entre los elaboradores florales, que han ido desechando progresivamente los frascos topacio.
La frecuencia energética del azul es mayor que la marrón, siendo mejor para el preparado floral o para el almacenamiento de los frascos de stock. Aún así, si lo contemplamos desde los conocimientos que nos ofrece la cromoterapia, entenderemos que una más alta vibración no es mejor en todos los casos. Imaginaa que tienes en consulta una persona muy Yin, sensible, con muchos miedos y baja autoestima. Debemos fortalecer su Yang y le administramos MIMULUS, LARCH y CENTAURY para conseguirlo. Ah, pero le damos la mezcla en un frasco azul. El azul aporta Yin, relaja, sensibiliza, enfría. Lo que le aportamos por un lado, se lo restamos por el otro. 
No quiero engañarlos. No puedo cuantificar la importancia de 
estas afirmaciones más allá de mis razonamientos como geocromoterapeuta acostumbrado a trabajar con el color. Quizás el efecto del color del frasco en el preparado floral sea ínfimo. Aún así debemos tender a la excelencia y cuestionarnos nuestra forma de comprender las esencias florales, recordando una y otra vez que a pesar de tener un vehículo físico-químico (el agua y el conservante), no se trata de elementos químicos y no funcionan como tales.
¿Qué frasco usar? ¿Cuál será el mejor de los frascos? Aquel que no modifique la energía y frecuencia del preparado floral en ningún sentido. Ni reduciendo, ni ampliando, ni modificando vibraciones. El frasco ganador es: el transparente.  Lo vengo usando hace casi 2 años y a medida que voy terminando los frascos para stocks  (azules) los voy sustituyendo por frascos transparentes. Las tinturas ma
dre desde siempre las he almacenado en este tipo de frascos. No son frascos tan fáciles de conseguir, pero se pueden encontrar. Tampoco son más económicos (a pesar de ser cristal sin teñir) pues tienen una menor demanda por parte de la industria química y farmacéutica.
¿Y el Sol qué? Una pequeña recomendación que sí he podido constatar es que si exponemos el preparado de esencias al sol directo durante mucho tiempo estas pierden gran parte de su efectividad. Al igual que si se recalienta demasiado la botella (dejarla en el coche en verano varias horas). Entonces no creo que importen los colores del frasco, aunque mis constataciones se basan en botellas topacio.  
2.- La vecindad de las botellitas de Stock
De forma repetida he escuchado de la importancia de evitar el contacto directo entre las botellitas de stock almacenadas. Se pierde la energía, dicen algunos. Se estropean, dicen otros. Interfieren entre sí. Y para evitar esta interacción se coloca entre ellas un cartoncillo de un milímetro o dos. Estamos salvados, el cartón atajó las tremendas radiaciones de la botella. Tenemos stocks para siempre.
¿A qué distancia llega la energía e información de las esencias florales? ¿Un milímetro, un centímetro, un metro, más? ¿Qué propiedades excelentes tie
ne el cartoncillo? ¿Por qué no se usa para aislar las centrales nucleares? Bromas aparte, seguimos con la vieja física para acotar y valorar la nueva medicina y sin dudarlo las esencias florales son nueva medicina, informativa y energética, como ya decíamos anteriormente.
Los fenómenos contemplados por la física newtoniana, como la gravedad, por ejemplo, nos dicen que los efectos se pierden a mayor distancia de los cuerpos y se incrementan al acercarse éstos. Las esencias florales no funcionan de esta manera.  
Existen numerosos estudios de física cuántica que afirman que la distancia es menos importante de lo que creíamos 
para la expresión de determinada función. El Reiki a distancia, el Ho’oponopono y muchas otras técnicas energéticas confirman a diario estos supuestos.
Además, si la interacción por contacto directo entre esencias alterara sus funciones, ¿Qué pasaría cuando preparamos las mezclas florales, en las que las esencias están en contacto directísimo durante muchos días?
3.- ¿Cuántas gotas les pongo?
Es una de las eternas preguntas de la mayoría de cursos de iniciación. ¿Cuántas gotas de stock deben ponerse en el preparado floral? 3 para los frascos de 30 ml o 6 para los de 60 ml. El rescate, el doble. Es una respuesta también habitual.
¿Tiene realmente importancia el número de gotas? De hecho la información que lleva una gota de esencia es la misma que llevarán dos gotas, tres o seis. No estamos tratando con un producto químico en el que se incrementa el efecto a medida que aumentamos las dosis. Las dosis no son la cantidad de esencia, sino la frecuencia en que la mezcla entra en nuestro sistema orgánicoenergético
En tiempos de crisis puede ser importante explorar el número mínimo de gotas que surten efecto. Seguramente descubriremos que no importa, que el mínimo es una. Pero para asegurarnos le echamos unas más, por si acaso (a mi me sucede todavía). Este por si acaso, tiene sus fundamentos en los conceptos químicos, como no. Más cantidad, más efecto. Lo contrario, por ejemplo, que en los remedios homeopáticos. 
No todo es tan sencillo. También la conciencia de quién prepara las flores es importante, si siente afinidad por un número determinado (la numerología nos dice que cada número tiene un significado específico), la intención y la fuerza del número podrían amplificar la potencia del preparado. Otra afirmación difícil de establecer y confirmar. Aún así la someto a vuestra atención.
En mi caso preparo los stock a partir de las tinturas madre añadiendo tantas gotas como pétalos tiene la flor de la que se preparó la esencia, pues el número sí es importante, pero no por la cantidad del mismo, sino por la cualidad que representa.

Autor: 
 Jordi Cañellas, biólogo, especializado en botánica y ecología, naturópata, terapeuta floral de la escuela del Dr. Orozco. Autor, además, de diversos libros sobre Terapia Floral.

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