martes, 6 de diciembre de 2016

Momentos vibratorios importantes para la regulación de nuestra vitalidad: el amanecer, las primeras horas de la tarde y el anochecer.


Vivimos en un vasto océano de sonido, cuyas olas infinitas irradian en las costas de nuestra conciencia impregnando nuestros cuerpos, nuestras mentes, y nuestras emociones con la esencia misma de la divinidad creadora. Esta esencia es nombrada como: Prana, Chi, Éter, Esencia Divina, El campo, … similar al espacio intercelular donde la información viaja a gran velocidad favoreciendo una infinita actividad sináptica.
Miles de estos complejos patrones de diseño y vibración proceden de la naturaleza, envolviendo cada rincón del planeta. Uno de los objetivos de esta gran producción vibratoria que emana de la naturaleza es la sustentación y el equilibrio de todos los procesos de vida: Aportar vitalidad y favorecer el equilibrio entre los periodos de actividad, descanso y reparación. Esta equilibrada emanación vibratoria es uno de los motivos por el cual cuando pasamos suficientes horas en contacto con la naturaleza nos sentimos equilibrados, intuitivos, despiertos y alegres. Cada lugar del planeta, por pequeño que sea, es poseedor de un campo sonoro específico y peculiar; El sonido característico de un lugar o de un ser es mucho más que el reflejo de su estructura física o geológica, de su situación climatología o de su actividad, es también una expresión del estado de conciencia, de las emociones y de los sentimientos de todos los seres que lo habitan. Todo estado de conciencia emite su propio sonido, aunque no sea perceptible por nuestros oídos. De forma casi imperceptible para nuestros sentidos la emanación sonora se modifica y se transforma constantemente, produciendo variaciones que son reconocidas por nuestras células de forma casi inmediata. A lo largo de un día hay tres momentos vibratorios importantes para la regulación de nuestra vitalidad, se trata del amanecer, las primeras horas de la tarde y el anochecer. 


 Al amanecer, cuando los primeros rayos de luz solar llegan a la tierra, se precipita en todos los ecosistemas una modificación vibratoria situada en un rango entre los 5.000 y 15.000 ciclos por segundo. Frecuencias portadoras de vitalidad inundan la tierra de alegría y energía vital, de positivismo. Cuando un cerebro humano se expone a estas frecuencias mejora su capacidad de concentración y de atención, mejorando los niveles de alegría y positivismo en un plazo de 10‐12 minutos.
Las frecuencias entre 5000 y 15000 Hz tienen la capacidad de dinamizar neuronas cerebrales, y en espacios alejados de un contacto directo con la naturaleza, o afectados por contaminación electromagnética, se observa que la respuesta de las personas y los animales presentes es rápida, en un corto plazo de exposición se observa un aumento de su iniciativa y motivación, experimentan mejor humor y sus índices de atención y de concentración mejoran. 
El sonido de un amanecer ayuda a nuestro cerebro a prepararse para enfrentar un día con motivación. Es un sonido creado realmente para dar alegría, para ayudarnos a enfrentar el día de forma positiva. 
Si quieres escuchar el sonido de un amanecer y saber más, pulsa sobre este enlace: http://www.soundandlife.com/sonidos/catalog/6288.html 


A primeras horas de la tarde, cuando la luz solar empieza a matizar, se produce una modificación paulatina del campo vibratorio, y las frecuencias predominantes se centran en un rango de 10.000 Hz. Estas frecuencias poseen una reconocida capacidad de reducción del estrés, ayudan a centrar el pensamiento de una forma más sosegada que las que se producen por la mañana, y reconducen suavemente nuestro estado de conciencia hacia el optimismo, mientras procuran relajación y ganas de vivir. Es el sonido adecuado para acompañar una siesta reparadora, o para mejorar los índices de atención y concentración por la tarde. Aconsejado para personas que están transitando por un proceso depresivo o de falta de vitalidad, para estudiar o para realizar trabajos que requieren atención, calma y concentración. 
Si quieres escuchar el sonido de una tarde pulsa sobre los siguientes enlaces: http://www.soundandlife.com/sonidos/catalog/6283.html http://www.soundandlife.com/sonidos/catalog/6167.html http://www.soundandlife.com/sonidos/catalog/6169.html 

Al anochecer cuando la luz desaparece lentamente, los ecosistemas se confabulan para acompañar a todos los seres diurnos a un descanso reparador, emitiendo frecuencias capaces de inducir el sueño y sustentar la reparación celular. 
 Si quieres escuchar el sonido de un anochecer pulsa sobre los siguientes enlaces: http://www.soundandlife.com/sonidos/catalog/7648.html http://www.soundandlife.com/sonidos/catalog/13283.html 

Estos tres campos vibratorios utilizados en su franja horaria adecuada tienen la capacidad de sintonizar a nuestros cuerpos a los ciclos vitales de la tierra, mejorando los ciclos de vitalidad, atención, descanso, sueño y reparación. Su aplicación es adecuada en los trastornos del sueño y del descanso, en los momentos de grandes fatigas, de convalecencia o de gran desgaste físico o intelectual, en estados de tristeza, melancolía o apatía, en la reconducción horaria de bebés y ancianos, en personas sometidas a desfases de horarios, en unidades de cuidados intensivos, no sólo como aporte de vitalidad, sino para generar ganas de vivir e ilusión por la vida. 

Eva Julián 
www.soundandlife.com C.I.B.M. Centro de Investigación de Bioacústica Médica.

Fuente: http://www.soundandlife.com/blog/wp-content/uploads/2013/11/SONIDOS-QUE-APORTAN-VITALIDAD-EVA-JULIAN.pdf

Nota acerca de la autora: Eva Julián es música, compositora, etnomusicóloga, diseñadora de ambientaciones sonoras terapéuticas y sonidista especializada en Bioacústica

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