lunes, 13 de febrero de 2017

"La Tranquila Felicidad de la Persona Introvertida"


El cerebro de las personas introvertidas funciona de manera diferente. Su concepción de la felicidad tiene otro ritmo, otros espacios donde habita una soledad elegida, una calma evocadora donde pensar y reflexionar. 
El introvertido feliz es aquel que celebra su propio Yo, sabiendo que no hay nada malo en ser diferente.

Vivimos en una sociedad que parece estar dominada por la personalidad extrovertida. 
Es como si todos los espacios públicos fueran territorio de esos perfiles habituados a interaccionar los unos con los otros, a expresar en voz alta todos sus sentimientos, y donde las emociones estallaran por lo alto como copas de champagne brindando entre sí.

Los introvertidos, por su parte, parecen quedar diluidos en medio de estos contextos. En un mundo donde una buena parte de sus habitantes parecen no saber  guardar silencio ni medir las palabras, la introversión gana terreno a pasos agigantados. 
Libros como “El poder de los introvertidos” de Susan Cain o el “Líder introvertido” de Jennifer B. Kahnweiler nos revelan que este perfil de personalidad está muy presente en muchos cargos de poder.

Todo ello nos lleva también a un dato que debemos tener presente. Cada uno de nosotros oscilamos a diario en ese eje que va desde la extroversión a la introversión. 
A instantes actuamos con esa apertura vital y enfática del extrovertido para, después, buscar un instante de intimidad como haría el introvertido. 
Todos compartimos pequeños rasgos de ambas personalidades, aunque por término medio, tenemos mayor tendencia hacia un polo u otro.

Cuatro tipos de personas introvertidas y su energía personal

Carl Gustav Jung describió a la persona introvertida como:
"Alguien cuya Energía Vital fluye hacia dentro"
De ahí, que sea feliz disfrutando de sus instantes en soledad, navegando en su islas de imaginación y desconectándose del mundo exterior, a menudo caótico y demandante, que siempre termina agotándolo.

A pesar de que en las primeras décadas de estudios de la personalidad establecieran esa dicotomía entre introvertidos y extrovertidos, como hizo el propio Jung, con el tiempo, esa polaridad se ha ido matizando. Tanto es así, que hoy, y gracias a trabajos como los de Paul Costa y Robert McCrae, tenemos claro que hay varios tipos de introvertidos.




Los cuatro tipos de introversión

  • El introvertido reservado: es el perfil más reflexivo, el más cauto y prudente. Es el clásico observador que prefiere analizar muy bien todo aquello que le rodea antes de integrarse en un proyecto o en un grupo de personas.
  • El introvertido de pensamiento: da forma a ese tipo de personalidad, donde su nivel de abstracción llega a un punto muy profundo. Es el clásico soñador, ese que aún estando rodeado de muchas personas permanece aislado en su propio mundo y es incapaz muchas veces de seguir el hilo de una conversación. Su mente casi siempre termina “escapándose”.
  • El introvertido social: define a gran parte los introvertidos. Son personas que prefieren relacionarse con grupos pequeños, de ser posible de una o dos personas. A su vez, cuidan mucho los tiempos y los momentos en que se relacionan, reservándose y siempre necesitando espacios de soledad.
  • El introvertido ansioso: este perfil está marcado por una gran falta de confianza en sus habilidades. No se siente apto para relacionarse en escenarios sociales, y esa incomodidad le ocasiona ansiedad y una baja autoestima.

La felicidad relajada y el autoconocimiento

Todo perfil de personalidad, como hemos visto, es multidimensional. De ahí, que una de nuestras principales responsabilidades del día a día sea dar paso a ese conocimiento interior que nos permita transformar los miedos en seguridades, las limitaciones en oportunidades.
Las personas introvertidas son como el mar, sus tesoros más preciados están en las profundidades.
También debemos tener en cuenta que las personas introvertidas ven y procesan su realidad de otro modo, debido a que su cerebro es ligeramente distinto. Presentan más materia gris en la parte frontal de su cerebro, de ahí, que dediquen más energía al pensamiento abstracto, a meditar las cosas en soledad, mientras que los extrovertidos se centran más en la inmediatez y el “aquí y ahora”.
No hay pues una personalidad mejor que otra, hay personas que logran sacar partido o no de sus características personales, de sus necesidades y virtudes.

Aprende a potenciar tu personalidad introvertida para alcanzar tu propia Felicidad

Si eres una persona introvertida, reflexiona sobre las siguientes propuestas que pueden ayudarte a mejora tu calidad de vida.
  • Aprende a elegir bien los momentos en que te relacionas y el tipo de personas con las que vas a estar.
  • Tú ya eres consciente de que trabajas mejor en soledad, de que solo así das lo mejor de ti. Por lo tanto, intenta orientar tu vida profesional a una ocupación que te permita tener esta independencia.
  • Sé consciente de que a la hora de relacionarte las personas tardarán más en descubrir tus grandezas, tus virtudes, tu luz interior. Eres como un tesoro que requiere tiempo y dedicación, así que no te preocupes si en ocasiones, hay quien se va a la primera. Quien te merezca se quedará para averiguar ese enigma que hay en ti, y entonces esa conexión será duradera, fuerte y reconfortante.

Por último, algo interesante que no podemos olvidar es que las personas introvertidas procesan su realidad a través de los sentidos. La vista, el oído o el tacto son portales sensitivos que les estimulan, les relajan y les inspiran…
Intenta disponer de un tiempo exclusivo cada día para sentir el mundo en soledad a través de estos canales, de estos puentes que van del mundo exterior a tu interior.


Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/felicidad-personas-introvertidas/

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