martes, 21 de febrero de 2017

"Niños muy sensibles. Más allá de las clasificaciones de Indigo o Cristal"


A partir de la década del 80 se dice que comenzaron a nacer niños especiales, espectaculares. Que vienen a ayudar a la transformación social, educativa, familiar y espiritual de todas las personas sin distinción de clase, raza o nacionalidad. 
Los primeros que se conocieron fueron los niños índigos, caracterizados como autosuficientes, cuestionadores de la autoridad, hábiles, rápidos y con intereses precoces de orden intelectual y/o espiritual. 
Además, se les ha etiquetado como “niños problema”, según declaran en la agrupación Niños Indigo Chile. 
A esta ola de nuevos seres, el año 2001 le siguieron los niños de vibración cristal. Steven Rother (propietario de www.planetlightworker.com) llama a estos niños los “pacificadores”, mientras que a los índigos se les ha llamado los “rompedores de sistemas”.

“Los niños índigo fueron llamados así por su distintivo color de vida en el aura, el índigo. Siendo índigo el color del tercer ojo o del chakra del entrecejo. Como tales son muy intuitivos, mentales, rápidos y se aburren fácilmente. 
Los Niños Cristal se les llama así, no por el color de su aura, sino por su alta vibración. Quizás con el tiempo se sabrá que los Cristal son más dominantes en el chakra de la corona, el spectrum de color violeta, incluso el aura blanca o trasparente”, afirma Sharyl Jackson en uno de los artículos publicados por la institución índigo nacional en su web. 
Sin embargo, estas clasificaciones más que ayudar a los niños parecen estigmatizar. 
“Los papás comienzan a buscar información y les dicen a sus hijos cómo son, de acuerdo a lo que leyeron, pero los niños no entienden nada y se siguen sintiendo extraños o raros y eso, es peor”, Cecilia Gómez, terapeuta.
Comenta que lo importante es poner atención a que los niños y niñas que están naciendo son especiales, sensibles y sabios. “Son más evolucionados, muy sensibles y tremendamente creativos e inteligentes a nivel cognitivo y emocional”, afirma. 
Por un lado, no le sirven de nada los castigos, porque saben perfectamente qué tienen o no tienen que hacer y la tendencia de la mayoría de los padres es a imponer cosas o dar órdenes, en vez de dialogar y compartir puntos de vista. 
Entonces, lo que se aconseja es guiar y acompañarlos en su proceso de crecimiento de una manera muy cercana. “Mantener conversaciones todos los días, escucharlos realmente y a la vez, ser firmes y entregarles seguridad, porque sino, se desorientan”. 
Por otra parte, la mayor dificultad que presentan es su hipersensibilidad (por ejemplo, no le gustan que les griten) y la falta de sociabilización porque les gusta y necesitan de su soledad y no aprecian los juegos tradicionales. 
Son como viejos chicos con gustos muy definidos y comen poco. “A mi hija le molestan los olores, hay casas a las que no le gusta ir, camina en puntas de pies y las situaciones que afectan su emocionalidad reacciona en forma dramática”, comenta Alejandra Carmi sobre su hija de 6 años. 
Lo que pasa es que les cuesta entender el egoísmo y la forma de relación que existe en esta sociedad, por lo que algunos reaccionan enfermándose o no entienden porque se los agrede aunque sea algo insignificante para los adultos. Son tremendamente conciliadores y buscan mantener unidas a sus familias, en el amor.

 

Fuente: http://www.emol.com/noticias/Tendencias/2011/07/29/735580/Ninas-y-ninos-muy-sensibles-un-camino-para-acompanarlos.html

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