jueves, 16 de marzo de 2017

"Curso básico sobre Libertad Emocional" Parte I



Descendiéndote de pensamientos y sentimientos indeseados 
Peter Michel 

(Nota: El autor, según mi percepción, usa el término "sentimiento" como sinónimo de "emoción". No he querido alterar el texto original. Pero es necesario, durante la lectura, comprender que se está hablando de emociones y no de sentimientos.)

¿Que son los sentimientos? 

Los sentimientos son programas (como los programas de computador) instalados en nuestra mente, elementos pro-sobrevivencia. Sin embargo, en realidad todos son anti sobrevivencia, pues se basan en el pasado y nos mantienen actuando y reaccionando según condiciones preconcebidas, en vez de dejarnos responder en cada momento. 
Afectan nuestra responsabilidad, nuestra habilidad para responder y comprender. Cuando nuestras emociones son intensas, podemos estar sentados en una vía férrea con un tren avanzando de frente hacia nosotros y, la verdad, podríamos hasta dejar de verlo. Nuestros sentimientos pueden sobrepasarnos completamente. Muchas veces nos manejan a nosotros en vez de nosotros manejarlas a ellas. Todos estos programas, provienen de un mismo sitio: el deseo, un sentimiento de carencia.

¿Dónde están los sentimientos?

Los sentimientos vienen de la mente, aunque se nos manifiestan en nuestro cuerpo como sensaciones de energía. El cuerpo es una extensión (o condensación) de nuestra mente y de nuestro pensamiento habitual. Nada puede aparecer en el cuerpo a menos que hayamos tenido un pensamiento previo de ello. Es como el cuerpo que creamos en un sueño nocturno. Parece tan real en el sueño pero cuando despertamos nos damos cuenta de que ese cuerpo soñado estaba realmente en nuestra mente. A veces nuestra vida parece más una pesadilla diurna que un sueño nocturno, y todo por culpa de emociones mal manejadas. El cuerpo es como un listado computarizado de la mente. De este modo, podemos reconocer el estado mental por la forma en que se siente nuestro cuerpo. ¿Está tenso o relajado? ¿Se siente bien o mal? ¿Sentimos miedo y retorcijones en pecho y estómago, o, por el contrario, sentimos confianza en nuestra mente y corazón, y alivio en el cuerpo? ¿Nuestra respiración es entrecortada, tirante, superficial o, en cambio, es larga, lenta, profundamente relajada, una respiración con el diafragma.

¿De quién son los sentimientos? 

¿Pertenecen tus sentimientos a tus padres? ¿A tus vecinos? ¿A tus hijos o a tu esposa? ¿De quién son las emociones que experimentas en tu cuerpo? Son tuyas, por supuesto, y esto es algo bueno. Significa que si no te gustan, puedes hacer algo al respecto.

¿Por qué liberar tus sentimientos? 

Probablemente, quieres ser feliz. Quieres sentirte libre. Quieres vivir en la abundancia y en paz. Librarse de sentimientos negativos acumulados apacigua la mente, elimina programas de autodeterioro, nos atrae abundancia sin esfuerzo y nos brinda una felicidad que nunca nos faltará. En ciertos momentos, nos reprimimos y fortalecemos nuestras creencias limitantes y amenazantes, como virus de computadores. En otras oportunidades, nos libramos de ellas y las descargamos de nuestro sistema cuerpo/mente para facilitarle un funcionamiento impecable, como un supercomputador. En cada momento es nuestra decisión. Casi todas las enfermedades están relacionadas con el estrés. Toda carencia proviene de emociones limitantes en cuerpo y alma. Las relaciones destructivas se originan en sentimientos negativos y hostiles, reprimidos y después expresados a través de amigos, familiares y socios. ¿Qué prefieres hacer? ¿Reforzar y sentir más carencias, enfermedades y contrariedades? ¿O librarte de esos sentimientos y tener más abundancia, salud y amor? 

¿Cuándo puedo librarme de sentimientos indeseados? 

Sólo hay un momento para ocuparse de nuestros sentimientos: ahora mismo.
Aunque nuestra mente puede moverse hacia atrás o hacia adelante en esa dimensión que llamamos tiempo, podemos aproximarnos y ocuparnos de nuestras emociones sólo en el presente. 
Aquí y ahora podemos ocuparnos de los sentimientos como si fueran energía. Podemos decirnos a nosotros mismos: 
"Más tarde confrontaré mis emociones". 
Pero ¿cuántas veces ese "más tarde" no llega nunca? ¿Por qué, entonces, no enfrentar tus sentimientos ya, en el momento en que los sientes, en vez de enredarte la vida con ellos?

¿Y qué pasa con los sentimientos positivos? 
¿Por qué debería librarme de ellos? 

No hay sentimientos positivos o negativos. 
Sólo hay energía emocional   
(e-moción = energía en moción o movimiento). 

No obstante, para el propósito de este libro, asumamos que hay emociones positivas y emociones negativas. 
Cuando liberas sentimientos negativos, te sientes más libre, liviano y feliz a medida que esas emociones se van.  Entonces, cuando tienes una descarga emocional... los sentimientos negativos disminuyen. 
Los sentimientos positivos aumentan. ¿Buen negocio, cierto? Lo que pasa en realidad es que simplemente estás quitándole la tapa a tu verdadero sentimiento, que es la infelicidad misma. 
Las emociones encubren nuestra verdad natural y la oscurecen. Nos hacen buscar permanentemente el ser perfecto y completo que siempre hemos querido ser. 
Los pensamientos y las emociones son siempre cambiantes. Pertenecen al terreno de la fenomenología. Van y vienen como el clima. Liberarlos te empuja más allá de los fenómenos hacia el campo del neumenon, que es el estudio del ser en sí mismo, al que algunas veces nos referimos como conciencia testigo. 
Es el "yo" puro que incluimos en la frase "yo soy" cuando hablamos de nosotros. 
¿Has especulado alguna vez sobre quién es este "yo" cuando no está ligado a nada en particular o asociado a otras cosas? Es el núcleo, siempre intacto, sin cambios, sereno, inalterado, siempre feliz, siempre pacífico y siempre libre. Es el ser que somos. 
Lester Levenson dijo: "El camino más fácil para contactar al Ser (Dios) es a través de la sensibilización del corazón hacia el "yo" o el "yo soy", sin ninguna añadidura. Esta sensibilización es el Ser, el auténtico Ser interior. 
En el momento en que le añadimos algo, como "yo soy bueno o malo", "yo soy pobre o rico", "yo soy grande o pequeño", "yo soy el que...", estamos imponiéndole limitaciones al "yo soy" y creando el ego". 
Todos los sentimientos positivos son, en realidad, nuestra propia conciencia del ser, que estamos apreciando cuando nos libramos de las emociones que la ocultan. 
Cuando liberamos nuestras emociones, la mente se pacifica y está sensación innata del ser (felicidad) se vuelve obvia para nosotros. Sin embargo, casi siempre atribuimos esta felicidad a otra persona, lugar o cosa que, pensamos, "nos hizo feliz". 
Lo que sucede en realidad es que un deseo fue satisfecho y cuando esto sucede, la mente se sosiega y nosotros degustamos "la sabrosura" de nuestro propio ser. Nos figuramos que fue una persona o algún logro lo que nos dio ese sentimiento y decimos entonces: "Soy tan feliz de amar a... (él o ella)". "Todo este dinero me hace tan feliz". "Soy tan feliz de tener este auto nuevo (o trabajo, o premio, o fama, etcétera)". 
Una pequeña historia ilustrará esta situación: 
Un perro vio un hueso y pensó: "¡Qué suculento!". Lo cogió, lo masticó y lo deshizo en fragmentos filosos dentro de su boca. ¡Era un hueso seco! Los fragmentos le cortaron las encías y el perro empezó a sangrar. Probó su propia sangre y le atribuyó el sabor al hueso, pensando: "Riquísimo, es un hueso suculento. Pero, ¡ay! ¡Duele!". Siguió masticándolo más duro, tragando más de su propia sangre, sintiendo más dolor y atribuyéndolo» al sabor del hueso. ¿Te suena conocido? Lo que realmente somos es nuestra propia "sangre", nuestra conciencia pura y silenciosa, más allá de cualquier identificación con pensamientos, sentimientos o formas limitantes. 
Cuando estamos en el silencio de nuestra conciencia, no hay emociones. Los sentimientos surgen sólo cuando volvemos a la mente y pensamos en nosotros mismos. "¡Vaya, me siento muy bien (sin esos pensamientos tan dolorosos)!". La mente nunca puede comprender la paz de nuestro verdadero ser. Su trabajo siempre es identificar algún tipo de estado ("me siento feliz", "me siento triste", etcétera). Señala y juzga.  Es como mirar una fotografía de fresas en vez de morderlas y saborear su deliciosa jugosidad. 

¿A qué se parecen los sentimientos? 

Las emociones pueden tomar la forma de muchas sensaciones corporales: 
• Energía 
• Calor 
• Hormigueo 
• Presión 
• Agitación 
• Irritación 
• Dolor 
• Bostezos (movilizando energía) 
• Tensión 
• Contracciones 
• Ahogo 
• Un nudo
• Liviandad 
• Pesadez 
• Entumecimientos 

¿Por qué atacar las raíces generadoras de sentimientos? 

Si no aniquilas la raíz de las emociones, constantemente regenerarás más y más negatividad, carencias y limitaciones. Cuando arremetas contra las raíces que originan las emociones, aquietarás la mente más rápido de lo que ellas son capaces de regenerarse. Eventualmente, tendrás una mente totalmente serena. ¿Qué tan tranquila? Como la paz de estar en una silenciosa esquina en medio de ninguna parte a las 3 de la madrugada entre nieve recién caída. Todo es calmado y brillante. Este es el estado natural de la conciencia pura, que aparece cuando la mente se apacigua. 
Veamos un ejemplo de erradicación de raíces generadoras de sentimientos:
¿Has visto la estantería de una cafetería atestada de platos? Sacas un plato y aparece otro, coges el que sigue y aparece otro, etcétera, etcétera. Bueno, nuestras emociones son así, sólo que los platos (sentimientos) no se acaban si se mantienen los generadores. Pero si te libras de las raíces generadoras, será como remover montones de platos de una vez, hasta llegar rápidamente a tu lugar de paz y quietud interior, de modo que tus sentimientos dejen de regenerarse velozmente. 

¿Cómo optimizar la información ofrecida por este anexo? 

Cuando notes un problema, un pensamiento o una emoción indeseada, revisa la lista de 17 técnicas (que aparecerán en la Parte II) para que escojas el ejercicio de liberación paso a paso que más te convenga en ese momento. Esta lista es una herramienta virtual de métodos de limpieza. No significa que sea una guía total, pero ofrece enfoques variados y maravillosos. No todos estos métodos funcionan del mismo modo. Algunas veces el ego se resiste a un enfoque determinado. Otro método servirá para deshacerte de sentimientos negativos (programas antisupervivencia). Conservamos las emociones negativas porque pensamos que nos protegen. 
Si analizas cuántas veces tus sentimientos destructivos han saboteado tu vida, salud, finanzas y relaciones, prontamente entenderás que no han hecho una gran labor por ti. En vez de eso, a través del miedo y la negatividad, te han mantenido concentrado en lo que no quieres en la vida, atrayendo así más de lo que no deseas. Estas técnicas le cambian la dirección a esa tendencia, permitiendo liberarte de las emociones negativas para así enfocarte en atraer más de lo que sí deseas. 

Preguntas y respuestas sobre la liberación 

Pregunta: ¿ Cómo sé que me estoy liberando de verdad?
Respuesta: Midiéndolo. Antes de empezar tu proceso de liberación, es útil medir la intensidad de las emociones en una escala de 0 a 10, en donde 0 es calma y serenidad, y 10 significa intensidad extrema e indeseada. 
Después, a medida que avances en el proceso, vuelve a medirte en esa escala y deberás observar reducciones perceptibles.
Hacer estas mediciones antes y después del proceso de liberación, ayuda a certificar que te estás liberando realmente de tus emociones negativas. Esto es importante, pues la mente tratará de mantenernos atados a ellas. Muchas veces nos engañará, haciéndonos pensar que nada está pasando o que no vamos para ninguna parte, con el fin de que abandonemos la tarea. Esta escala nos dará, en todo caso, más claridad en términos de cualquier movimiento subjetivo que se esté presentando en nuestra intensidad emocional.
Pregunta: Me siento estancado. ¿Qué hago?
Respuesta; Sigue deseando el cambio y en deshacerte de la emoción atascada. Todo se moverá.
Pregunta: No siento nada. ¿ Cómo puedo liberarme de algo que no puedo sentir!
Respuesta: No puedes. Primero necesitas sentir la emoción para después liberarte de ella. No tienes que sentirla con toda la intensidad. Pero necesitas tenerla, aunque sea parcialmente, en tu conciencia. 
A menudo reprimimos nuestras emociones y vivimos así por tanto tiempo, que olvidamos cómo se siente lo que se siente. Nos resistimos al principio. Es una resistencia que nos cubre y protege de otros sentimientos. Bienvenido entonces cualquier bloqueo o insensibilidad emocional; también son sentimientos. Fíjate en ellos y sigue queriendo cambiar. Se moverán y te revelarán emociones más profundas detrás de lo que estás reprimiendo. Una vez que esos sentimientos aparezcan, aplica los pasos de liberación tal como se describen en este anexo.
Pregunta: ¿ Qué pasa si tengo alguna enfermedad siquiátrica o sicológica que está siendo tratada por un terapeuta?
Respuesta: Esto no es un sustituto de la terapia. Muchas veces puede funcionar como un complemento eficaz. Por favor, consulta a tu terapeuta antes de hacer cualquier ejercicio, pues algunos de ellos pueden desencadenar una gran liberación de energía emocional, lo cual podría resultar insoportable para el estado mental que te estás tratando. Si estás bajo medicación, pídele a tu doctor si él o ella pueden reducirla, dado que muchas veces los medicamentos reprimen las emociones, y esto no ayudará a permitir su liberación y resolución.
Pregunta: Cuando me deshago de un sentimiento negativo, siempre aparece otro más profundo...
Respuesta: Nuestros sentimientos reprimidos están superpuestos en capas, como una cebolla. Pelamos una capa y debajo hay otra más profunda. Quitar una tras otra te volverá cada vez más liviano. 


Fuente: Anexo extraído del libro "La Llave", de Joe Vitale.
Nota: Se recomienda el apoyo a todo este proceso con una Terapia Floral, que trabaja exclusivamente con las Emociones, otorgando un alto nivel de  autoconocimiento y mayor conciencia de nosotros mismos, al tiempo que suaviza las emociones en desequilibrio de modo sutil y efectivo. 

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