martes, 15 de noviembre de 2016

"Los siete pecados capitales y los grupos florales de Bach", por Fernando Sánchez



Según la tradición existen siete pecados capitales y son: 

La Lujuria, La Gula, la Avaricia, la Pereza, la Ira, la Envidia y la Soberbia. 
Pecado es sinónimo de vicio y vicio según el Diccionario del la lengua española es definido como “una excesiva afición a algo, especialmente si es perjudicial”, como una “mala costumbre, el hábito de obrar mal “ y como una “cosa a la que es fácil aficionarse”. 
La palabra proviene del latín vitium, que significa “falla o defecto”. 
Por capital entendemos aquello que es capaz de generar mucho más de lo mismo. Según Santo Tomás “un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente indeseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal". Por lo tanto, traducido a un lenguaje moderno un pecado capital es aquel que es capaz de generar muchos defectos y anomalías en nuestro sistema psíquico o, lo que es lo mismo, serían las enfermedades primarias. Una virtud por el contrario es “aquella fuerza interior que permite al ser humano tomar y llevar a término las decisiones correctas en las situaciones más adversas para tomarlas a su favor, el virtuoso es el que está en camino de ser sabio, porque sabe cómo llegar a sus metas sin pisar las de los otros, porque pone a los demás de su lado y los lleva a alcanzar un objetivo común. El virtuoso es el que “sabe remar contra corriente”. Es el alma y el espíritu, es el ser o el no ser de cada persona usando su corazón como el supremo mediador”. 

Las siete virtudes son la Castidad (en latín, castitas) la Templanza (temperantia), la Caridad (caritas), la Diligencia (diligentia), la Paciencia (patientia), la Compasión (humanitas) y por último, la Humildad (humilitas).
Además están las virtudes Teologales que son los hábitos que Dios infunde en la inteligencia y en la voluntad para ordenar nuestras acciones y estas son la Fe, la Esperanza y la Caridad; y la virtudes cardinales descritas por Platón en la República y son la Prudencia que viene del ejercicio de la razón, la Fortaleza de ejercer las emociones del espíritu, la Templanza de dejar que la razón anule los deseos indeseados y la Justicia que permite un estado en que cada elemento de la mente este de acuerdo con los otros. 

La Lujuria (luxuria): Se refiere a la idea de tener pensamientos obsesivos sobre otra persona. Según Dante se refiere a un “amor excesivo por los demás” dejando a un lado el “amor verdadero”. Esa falta de amor verdadero genera un vacío de amor dentro de la persona que intenta llenar con el deseo por los otros. Esto hace que la persona busque convertir al otro en un objeto de su posesión. La Lujuria se combate con la virtud de la Castidad (comportamiento voluntario a la moderación y regulación de los placeres) y el grupo floral asociado sería el Grupo VII, el grupo de los remedios para la excesiva preocupación por los demás.
La Gula (gula): Se entiende como cualquier forma de exceso, como el consumo excesivo de manera irracional o innecesaria. La Gula incluye ciertas formas de comportamiento destructivo. Su contrapartida es la virtud de la Templanza cuya función es la de dar equilibrio en el uso de los bienes creados y compartidos. Su misión es la de asegurar el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantener los deseos dentro de un límite. Tener templanza es ser equilibrado. El grupo floral asociado es el Grupo II, el grupo de los remedios para quienes sufren incertidumbre. 
La Avaricia (avaritia): La Avaricia como las dos anteriores, la Lujuria y la Gula hace referencia al error del exceso. La Avaricia puede implicar actos de deslealtad, traición deliberada, especialmente para el beneficio personal. Búsqueda y acumulación de objetos con actos que pueden llevar asociadas conductas violentas. Su virtud opuesta es la Caridad, que consiste en dar amor desinteresado hacia los demás. El grupo floral asociado es el Grupo V, el grupo de los remedios para los hipersensibles a influencias y opiniones. 
La Pereza (acidia): La Pereza se refiere a la incapacidad de aceptar y hacerse cargo de la existencia en cuanto tal. Haría referencia a una tristeza de ánimo que nos aparta de nuestro camino espiritual, a causa de los obstáculos y dificultades con las que nos podemos encontrar. La virtud que le corresponde es la de la Diligencia, que es el esmero y el cuidado en ejecutar algo. Una prontitud de hacer algo con gran agilidad tanto interior como exterior. El grupo floral asociado es el Grupo III, el grupo de los remedios para la falta de interés en las actuales circunstancias. 
La Ira (ira): La Ira es un sentimiento no ordenado, ni controlado de odio y enojo. Se puede manifestar como una negación de la verdad, tanto hacia los demás como hacia uno mismo. Puede dar lugar a actitudes vengativas y deseo de hacer mal al otro. La virtud que le corresponde es la Paciencia; la Paciencia “es la constancia valerosa que se opone al mal, y a pesar de lo que sufra el hombre no se deja dominar por él”. El grupo floral asociado es el Grupo VI, el grupo de los remedios para el abatimiento y la desesperación. 
La Envidia (invidia): La Envidia se caracteriza por un deseo insaciable que consiste en desear algo que otro tiene, y que perciben que a ellos les falta. Dante la define como el “Amor por los propios bienes pervertido al deseo de privar a otros de los suyos”. Su virtud asociada es la Compasión; la Compasión significa literalmente “sufrir juntos”, es un acto del alma que nos hace sensible al mal que padece otro ser. El grupo floral asociado es el Grupo I, el grupo de los remedios para los que sienten miedo o temor. 
La Soberbia (supervía): La soberbia es considerado el original y más serio de los pecados capitales y es fuente del que derivan los otros. Simboliza el deseo de ser más importante o atractivo que los demás. Según la Biblia, este pecado es cometido por Lucifer al querer ser igual que Dios. Se define como la sobrevaloración del Yo respecto a los otros. El Soberbio cree que todo lo que hace o dice es superior a todo lo que dicen o hagan los demás. La virtud que le corresponde es la de la Humildad, es la característica que define a una persona modesta, alguien que no se cree mejor o más importante que los demás en ningún aspecto. El grupo floral asociado es el Grupo IV, el grupo de los remedios para la soledad.

Fuente: www.concienciaesencial.com

Sobre el autor:

Fernando Sánchez,  psicólogo colegiado, experto en mediación familiar, escolar y comunitaria. Director Psicodramático. Terapeuta Floral, BFRP (Bach Foundation Registered Pratitioner). Terapeuta SacroCraneal. Maestro de Reiki.

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