sábado, 3 de junio de 2017

"El Don de la Sensibilidad"



Características de las Personas altamente sensibles
Hablamos de personas sensibles e introvertidas, a quienes relacionarse con el entorno les resulta más complicado y difícil que al resto de la gente. Puede que les molesten las luces brillantes o les depriman ciertos ambientes, mientras a los demás estas cosas no les afectan para nada. Suelen ser intolerantes con algunas personas a las que perciben como carentes de sensibilidad, superficiales, indiferentes (e incluso estúpidas).
Dotados de intuición y gran empatía, buscan gustosos la soledad mientras demuestran una conexión emocional enorme con los demás. La timidez es un recurso en su relación social, al igual que su enorme capacidad  para percibir cualquier muestra de belleza.
Toleran con cierto grado de dificultad estímulos (sonoros, auditivos, olfativos), que al resto de las personas pueden resultarle imperceptibles, como luces y ruidos estridentes, olores poco agradables, el caos, el desorden. Cualquier situación que implique cambios, hablar públicamente, sentirse observados, son desencadenantes del despertar de su sensibilidad y restan su capacidad para pensar. 
Si un rasgo llama la atención en las personas hipersensibles, es su percepción de todo aquello que a los demás les parece sutil.
Estas personas que viven (como todos) en una sociedad que valora y premia la dureza, la extroversión, la contención de emociones frágiles y delicadas, suelen sentirse incomprendidos, menospreciados, diferentes, incluso infravalorados.

Ni una maldición ni un trastorno ni una patología

La primera lección para las personas altamente sensibles, es entender que ser de este modo, no es una maldición, ni un fallo, ni un error. Es un desafío y un regalo. Un desafío porque cada vez hay más personas sensibles que se agrupan para ser entendidas y valoradas. Un regalo por poseer el privilegio de ofrecer sentimientos de ternura, cariño, comprensión, sin que los demás sepan en ocasiones que están necesitados. 
Es muy posible que a lo largo de tu vida, y en especial durante tu infancia, fueras muy consciente de esa distancia emocional, y de cómo en ocasiones tenías la sensación de vivir en una especie de burbuja de extrañeza y soledad.
A principios de los 90, la Dra. Elaine Aron escribió el libro "Las Personas altamente Sensibles". Ahondando en la personalidad introvertida, detalló con minuciosidad los rasgos de una nueva dimensión, no descrita hasta entonces, y que reflejaba una realidad social: la de las personas altamente sensibles, reflexivas, empáticas y a la vez, reactivas emocionalmente.
Sí tú eres una de esas personas, es importante que comprendas que la alta sensibilidad no es un motivo para sentirte extraño o inferior, por el contrario, debes sentirte afortunado por contar con estos cuatro dones:

El don del conocimiento emocional
Ya desde la infancia, la persona con alta sensibilidad va a percibir aspectos en su día a día que le van a ofrecer una mezcla de angustia, contradicción y fascinante curiosidad. Sus ojos captaran aspectos que ni los adultos tienen en cuenta: esa mueca de frustración en sus maestros, la expresión de preocupación en su madre…
Serán capaces de percibir cosas que otros niños no ven, y ello les enseñará desde muy pequeños que la vida a veces es difícil y contradictoria. Verán el mundo con la mirada de niño que se abre tempranamente al mundo de las emociones sin saber aún qué las guía, qué las hace vibrar o cómo gestionarlas.
La sensibilidad es como una luz que resplandece, pero a su vez, nos hace más vulnerables al comportamiento de los demás, a las mentiras, a los desengaños, a las ironías.
"¡Todo te lo tomas a la tremenda!" te dirán a menudo.
Y así es: Eres quien Eres

El don de disfrutar de la soledad

Las personas altamente sensibles encuentran cierto placer en sus instantes de soledad.
Son rincones que buscan con anhelo para llevar a cabo sus tareas, sus aficiones. Son personas creativas que disfrutan de la música, de la lectura, de las expresiones artísticas. Y aunque ello no quita de que disfruten también de la compañía de otros, es en soledad cuando más satisfacción encuentran.

El don de una existencia desde el corazón

La alta sensibilidad es vivir desde el corazón. Nadie vive más intensamente el amor, nadie se deleita más con los pequeños gestos cotidianos, con la amistad, con el cariño.
A la hora de hablar de las personas altamente sensibles, se les asocia a menudo al sufrimiento. A su tendencia a las depresiones, a la tristeza, a sentirse vulnerables frente a los estímulos externos, frente al comportamiento de la gente. No obstante, hay algo que el resto no sabe: pocas emociones se viven con tanta intensidad como el amar y ser amado.
Y no hablamos sólo de relaciones de pareja. Gozan del amor en  la amistad, en el cariño cotidiano o en el sencillo acto de experimentar la belleza de un cuadro, de un paisaje o de una melodía. Todo aquello  es para la persona altamente sensible, una vivencia intensa, llena de pasión, enraizada en el propio corazón.

El don del crecimiento interior

La alta sensibilidad no se quita. Uno viene al mundo con ello, con esa particularidad, con ese don que ya se puede ver claramente desde la más temprana edad. Sus preguntas, su empatía, su intuición, su vulnerabilidad emocional…
No es fácil vivir con este don. No obstante, una vez uno reconoce lo que es y lo que nos puede aportar, llega el momento en que debemos aprender a gestionar muchos de esos detalles. No debes dejar que las emociones negativas te desborden en ciertos momentos.
Debes aprender también que los demás, van a otro ritmo, que no tienen tu umbral emocional. Que no vivirán ciertas cosas con tu misma intensidad, no obstante, ello no significa, por ejemplo, que te quieran menos. Respétalos, entiéndelos. 
Entiéndete a ti mismo. Una vez que hayas descubierto tu propio ser y tus facultades, encuentra tu equilibrio y fomenta tu crecimiento personal.
Has de tu sensibilidad una fortaleza y siéntete orgulloso de ella.

Fuente: lamenteesmaravillosa.com
Nota: Este artículo aparece en innumerables páginas, pero la mayoría remite al sitio "la mente es maravillosa". Además he hecho algunos cambios, aportando detalles que he observado en mi quehacer terapéutico.

2 comentarios:

  1. Hola, cómo me puedo poner en contacto con usted ?

    María Paz Carrasco Vaccaro

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  2. María Paz! recién veo este mensaje. Ahora soy yo la que no se puede poner en contacto contigo. Mis cariños para ti!

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