viernes, 12 de mayo de 2017

"El Sentido del Humor también se Educa"


Las risas y el buen humor a menudo son la mejor de las medicinas. Los niños descubren la risa de forma espontánea a las pocas semanas de nacer, ya lo largo de su infancia las risas le acompañarán y llenarán nuestro hogar de felicidad.
Pero, como padres, ¿ayudamos a que nuestros hijos cultiven el sentido del humor? ¿Procuramos que aprendan a reír sin herir a nadie? ¿Intentamos que puedan ver en sus errores y en los nuestros una oportunidad de mirar las cosas desde otra perspectiva? ¿Dedicamos tiempo a divertirnos con nuestros hijos?
El sentido del humor es tan necesario en la vida familiar 
como lo es la disciplina, 
la educación o los valores. 
Las relaciones entre padres e hijos que permiten 
y dedican tiempo a divertirse, el buen humor y a reír, 
son más sanas, menos tensas y más cordiales. 
El humor también nos sirve para ver los problemas con una dimensión más correcta, ni sobreestimados ni subestimados, al tiempo que saber reír de nuestros errores facilita la posibilidad de reconducir situaciones que, de otro modo, harían aumentar la tensión y los conflictos.
El sentido del humor también se educa 

Tenemos la tendencia a pensar que el humor forma parte de nuestra composición genética, como los ojos azules o los pies grandes. Pero el sentido del humor es en realidad una calidad que se aprende y que se puede desarrollar en los niños.
A los niños les encanta divertirse, 
y a los padres nos es fácil hacerles reír cuando son bebés, 
pero a medida que crecen 
y empezamos a sentir la responsabilidad de su educación, 
poco a poco 
podemos alejarnos 
de las expresiones diarias de alegría 
con las que nos dirigíamos a ellos cuando eran pequeños. 
Nos ponemos perfeccionistas 
llevados por la tensión y el estrés,
 y a menudo pasamos la mayor parte del tiempo 
corrigiendo y señalando los errores, 
los conflictos y las dificultades.
Muchas veces olvidamos pasar tiempo con nuestros hijos divirtiéndonos, cuando el humor también nos puede ayudar mucho en su educación. Seamos modelos de personas alegres y divertidas, para que aprendan que las familias que pasan tiempo juntas divirtiéndose, crean vínculos de relación más estrechos y duraderos. 

¿Qué beneficios aporta reír?

Reír es una de las expresiones que más beneficios aporta a una persona, y un buen sentido del humor es una herramienta que los niños pueden aprender y que les ayudará a:
  • Ver las cosas desde muchos puntos de vista.
  • Ser espontáneo.
  • Captar ideas no convencionales o formas de pensar diferentes.
  • Ver más allá de la superficie de las cosas.
  • Disfrutar y participar en los aspectos lúdicos de la vida.
  • No tomarse las cosas demasiado en serio.
  • Los niños con un sentido del humor bien desarrollado son más felices y optimistas, tienen una mayor autoestima, y pueden gestionar las diferencias (propias y de los demás). Los niños que pueden apreciar y compartir el humor son apreciados por sus compañeros y son más capaces de gestionar las adversidades de la infancia.
Además, un buen sentido del humor no solo ayuda a los niños emocionalmente y socialmente. Se ha demostrado que las personas que ríen más son más saludables:
  • Reír es la expresión de la alegría y nos hace menos propensos a estar deprimidos.
  • Activa la producción de endorfinas, transmisores químicos que aportan al cerebro alivio y bienestar.
  • Libera tensiones.
  • Mejora nuestra función inmune, aumentando nuestra resistencia a enfermedades o problemas físicos.
  • Experimentamos menos estrés.
  • Provoca una respuesta emocional única orientada a la alegría y al bienestar.
  • Aumenta la captación de oxígeno.
  • Crea un ambiente positivo y cordial.
  • Nos ayuda a tomar perspectiva ante los problemas.
Pero sobre todo, un sentido del humor sano, que no ridiculiza ni hiere, es lo que hace que la vida sea mucho más divertida. ¡Así pues, riámonos mucho y hagámoslo juntos!
Fuente: http://faros.hsjdbcn.org/es/articulo/educa-tus-hijos-sentido-humor-reir-mejores-medicinas

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