sábado, 27 de mayo de 2017

"La Salud también es Contagiosa"


"Durante mis años de estudiante y trabajador en hospitales 
sólo oía hablar de enfermedades contagiosas, 
pero a mí me interesa muchísimo más la "salud contagiosa" 
que surge del ser humano y que reside en la sabiduría de nuestra alma".

La salud reside en vivir en concordancia con los deseos del alma. No existen diferentes enfermedades sino una diversidad de síntomas con un sentido profundo: transmiten mensajes espirituales y conflictos psíquicos no resueltos. La capacidad de recuperación depende de su adecuada interpretación.
La salud nunca puede ser algo exterior, ni tampoco depender absolutamente de causas externas, sino que se experimenta en el interior del ser humano. Por tanto, es ahí donde hemos de dirigirnos para encontrarla, estimulando pensamientos y sensaciones que vienen demostrando su validez desde hace siglos.
En la búsqueda del origen y causas de la salud, el médico y terapeuta Ruediger Dahlke utiliza su experiencia médica en toda su extensión, sin diferenciar entre ciencia moderna o antiguos caminos, entre síntomas físicos o anímicos.

¿En qué consiste la salud?

El estado de salud no se puede alcanzar del todo porque no es una meta inamovible, de la misma manera que nada que es auténtico permanece quieto, todo fluye. Sin embargo, todo flujo contiene un ritmo, y lo importante es que cada cual encuentre el suyo. Cada persona es diferente, por lo tanto no existen reglas generales para todo el mundo. Es importante escucharse, y ahí encontrarás las leyes de la vida y de la salud. De todas formas, podemos observar si nos alimentamos y nos movemos como un ser humano, sin voracidad y discriminando lo que nos conviene de lo que no, teniendo en cuenta que en diferentes momentos y en diferentes etapas lo que nos conviene puede variar.

¿Existen algunas reglas a tener en cuenta, aunque sean de forma provisional?

Hay tres reglas especialmente importantes:
  1. Encuentra tu verdadera esencia y deja que florezca.
  2. Sé consciente de tus miedos.
  3. No sigas estando sujeto a normas o principios que ya no te aportan nada.
¿Cómo actúa el miedo?

Te impide liberarte y fluir con la corriente de la vida. El miedo exige continuamente reglas con las cuales poder atormentarte. Pero gracias a la ley de la polaridad (una de las dos leyes globales de la vida, junto con la ley de la atracción), el miedo lleva también implícita la solución. Puedes cambiar las tornas: encamínate hacia tu miedo y verás como te conduce a tu verdadera esencia. 
Casi siempre lo que más miedo te da es lo que te fascina y te maravilla -si decides encararlo-, lo que te supone un desafío. Si es así, eso es lo que tienes que seguir; pero cuidado, no dejes que se convierta en una rutina. Todas las cosas, y sus reglas, tienen su tiempo. Cuando las reglas empiezan a obstaculizar el fluir de la vida, y en lugar de fomentar el crecimiento lo que haces es ponerle trabas, entonces es el momento de darles las gracias y soltarlas, para evitar así la enfermedad y seguir manteniendo la verdadera salud.

Nos has hablado dos de las reglas: 
afrontar los miedos y abandonar las reglas que ya no sirven. 
¿Pero qué pasa con la primera y más importante? 
¿Cómo encontrar la verdadera esencia?

Es mucho más fácil de lo que crees. En realidad no necesitas buscarlo porque está en el interior y siempre lo ha estado. Pregúntate quién eres. Tu camino no tiene que ser el adecuado para los demás. Es mejor cometer los propios errores que vivir las virtudes de otras personas. Esas personas que hacen lo que se supone que se debe hacer o que viven los proyectos de otras (sus padres, su pareja, etc.) descuidan su propio camino y se alejan cada vez más de sí mismas, y no es extraño que empiecen a aparecer síntomas de malestar o, como se denomina comúnmente, "enfermedades". Estas enfermedades obligan a dar marcha atrás, o incluso a volver a empezar, puesto que eso es lo que la enfermedad está intentando decirte. No existe salud real y completa cuando no se está viviendo la propia vida.

Pero la salud también es un tema que hay que plantear desde el plano físico. ¿Cómo tratar al cuerpo para un estado de salud satisfactorio?

Como decía santa Teresa de Ávila, debemos ser buenos con el cuerpo para que el alma se sienta a gusto con él. Basta con tratarle de una manera racional, con amor, y saber escucharle. Un cuerpo sano es una oportunidad maravillosa para crecer de forma libre y voluntaria, pero un cuerpo enfermo obliga al alma a aprender. También un cuerpo aquejado de síntomas de malestar es una buena base para el alma, para que ésta aprenda sus lecciones y acumule experiencias. Así que todo está interrelacionado y no podemos separar una cosa de la otra. Es bueno ocuparse de los escalones superiores de la jerarquía, pero sin olvidarse de la base.


Autor: El Dr. Ruediger Dahlke estudió medicina para, posteriormente, ampliar su formación como naturista y psicoterapeuta. Un currículum que avala perfectamente su convencimiento de que la salud no puede dejar de englobar la entidad completa cuerpo/mente. Su primer libro, "La enfermedad como camino" (1990) revolucionó el concepto sobre la enfermedad y nos ayudó a observar e interpretar los mensajes de nuestro cuerpo.
Fuente: http://crecejoven.com/salud--ruediger-dahlke
Entrevista realizada por Marié Morales.

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