miércoles, 24 de mayo de 2017

"No Soy de aquí ni Soy de allá"




Me gustan los que se callan y me gustan los que cantan, 
y de tanto andar conmigo, me gusta lo que me pasa.
Me pasan cosas como éstas, 
aunque no tenga importancia andar contándole a todos 
todas las cosas que pasan.
Porque uno no vive solo y lo que a uno le pasa 
le está sucediendo al mundo, 
única razón y causa.
Pues todito es tan perfecto porque perfecto es Dios, 
que se mueve alguna estrella cuando arranca una flor, 
por eso si hay uno, hay dos.
Supe del diablo la noche que al hambriento dije no, 
también esa noche supe que el diablo es hijo de Dios.
Ando solo por la vida con un tono y dominante, 
modestamente cantor sin pretensión de enseñar, 
porque si el mundo es redondo no sé qué es ir adelante, 
andar y andar, siempre andando nada más que por andar.
No vine a explicar al mundo, sólo vine a tocar.
No quiero juzgar al hombre, 
al hombre quiero contar.
Mi condición es la vida y mi camino cantar,
cantar y contar la vida 
es mi manera de andar.
Un día llegue a Tandil 
y conocí a un anciano 
que a falta de inteligencia se le dio por ser muy sabio, 
le pregunté por Jesús una noche al lindo viejo 
y ahí mismo lo conocí 
cuando me alcanzó un espejo.
Yo bailo con mi canción y no con la que me tocan, 
yo no soy la libertad, 
pero sí el que la provoca.
Si ya conozco el camino 
pa qué voy andar al costado, 
si la libertad me gusta, 
pa voy a vivir de esclavo.
Elegir, yo siempre elijo, 
más que por mí, por mi hermano. 
Y si he elegido ser águila fue por amor al gusano.
Prefiero seguir a pie 
y no en caballo prestado, 
alguien por una manzana va siempre quedando a un lado, 
siempre se llega primero 
el que va más descargado.
El día que yo me muera no habrá que usar la balanza, 
pues pa´velar a un cantor con una milonga alcanza.
Doy la cara al enemigo, 
la espalda al buen comentario
porque el que acepta un halago 
empieza a ser dominado. 
El hombre le hace caricias al caballo, 
pa montarlo.
Perdón si me propasé y me puse moralejo, 
nadie puede dar consejos, 
no hay hombre que sea tan viejo.
Me pongo el sol al hombro y el mundo es amarillo.
Me gusta andar, 
pero no sigo el camino 
pues lo seguro ya no tiene misterio.
Me gusta ir con el verano muy lejos 
pero volver donde mi madre en invierno. 
Y ver los perros que jamás me olvidaron y los caballos 
y los abrazos que me dan mis hermanos, 
me gusta
me gusta
me gusta


No hay comentarios.:

Publicar un comentario